3 de diciembre de 2010 | Noticias | Anti-neoliberalismo | Justicia climática y energía | COP 16
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La Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) golpeó la mesa este viernes en las negociaciones de clima de Cancún y dijo que si los países desarrollados confirman la intención de destruir el Protocolo de Kioto el bloque no aceptará ningún paquete de acuerdos en otros temas.
“Ningún país desarrollado debe confundir la constructividad y buena voluntad que ha manifestado el ALBA durante esta semana con estupidez. Nosotros no somos países estúpidos, no somos países que se venden”, alertó la delegada venezolana en la COP, Claudia Salerno.
El gobierno de Bolivia había convocado a una conferencia de prensa para este viernes en la que el embajador del país ante Naciones Unidas, Pablo Solón, hablaría de la necesidad de que el proceso de negociaciones fuera inclusivo y cristalino, según decía el llamado. Algunas organizaciones sociales han denunciado en la COP que un nuevo y secreto texto de la Presidencia mexicana de la conferencia podría ser puesto a discusión en las negociaciones este fin de semana, con la intención de que el Entendimiento de Copenhague reemplace el Protocolo de Kioto.
La convocatoria boliviana a la rueda de prensa tuvo un cambio de rumbo sobre la marcha y se sumaron a la conferencia delegados oficiales de Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Dominica. El anuncio del ALBA se percibió como importante antes que Salerno lo soltara: “Acabamos de salir de una reunión informal en la cual teníamos que discutir cuál iba a ser la posición de compromiso de todos los países con relación a Kioto, o sea, las cosas en las que cada uno de los países desarrollados piensa que puede haber un acuerdo”. En una sala llena de periodistas y público en general la delegada venezolana despejó las dudas. “El mensaje que escuchamos, para nuestra sorpresa, fue el siguiente: no hay posibilidad ninguna de que en Cancún ocurra un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto”.
Según explicó enseguida, un “puñado de países desarrollados que no llega ni a cinco” fue el que presentó esta posición. Salerno destacó que el ALBA ha trabajado “constructivamente”, pero “cuando se encuentra del otro lado a un país que dice que quiere ir a la playa porque no hay nada que hacer la semana que viene, uno entiende que lo que está haciendo aquí políticamente es perder el tiempo”. “Los países del ALBA no vamos a permitir ni vamos a secundar una situación en la cual se convalide que estos Estados se salgan con la suya y no se comprometan aquí y ahora”, agregó.
El Protocolo de Kioto es el único instrumento legalmente vinculante existente, que bajo la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático obliga a los países desarrollados a reducciones de emisiones contaminantes. Aún estamos en el primer período del Protocolo (2008 – 2012), pero es necesario un acuerdo para el segundo lapso (2013 – 2017) a fin de que los parlamentos nacionales puedan ratificarlo con tiempo. “Ya estamos atrasados”, dijo Solón en la rueda de prensa, preocupado porque quedaría un vacío entre los dos períodos de compromisos.
Al momento de las preguntas los periodistas insistieron en saber cuáles son los Estados industrializados que trancarían Kioto. Japón ya anunció públicamente que de ninguna manera acepta un segundo período de compromisos, pero no se saben los demás Estados de ese “puñado que no llega a cinco”. Los representantes del ALBA prefirieron no especificar los países para preservar el marco multilateral. Explicaron además que hay que esperar que transcurra el día de hoy para el sábado tener la confirmación, en los nuevos textos elaborados por los presidentes de mesas negociadoras, de la posición de los países desarrollados sobre el tema.
“Les hemos señalado a los presidentes de mesa que necesitamos que utilicen las horas del dia que quedan para avanzar y tratar de cambiar la posición de estos países”, dijo Salerno en la conferencia matutina. “Para los países del ALBA las leyes no se negocian, se cumplen, nadie los obligó a firmar el Protocolo de Kioto”, añadió.
La delegada venezolana afirmó que si se confirma que algunos paises industrializados no piensan avanzar en lo que tiene que ver con Kioto, no habrá acuerdos en otros temas porque el ALBA no aprobará nada que ponga en riesgo la vida de ningún ser humano (por las consecuencias del cambio climático). “Por el simple hecho de salir de Cancún con una decisión para lavar las caras, los países del ALBA no estamos dispuestos a ceder en nuestras posiciones”, dijo. “Nuestros Estados no se venden, no hay dinero en el planeta que compre una decisión del ALBA”.
De todas formas, Salerno aclaró que en ningún caso el ALBA se retira de las negociaciones. “Ni en las peores circunastancias de Copenhague nosotros nos paramos y nos fuimos”, dijo, en referencia al proceso antidemocrático y por fuera del marco multilateral vivido en la conferencia de esa ciudad danesa en diciembre de 2009.
Solón había dicho antes que llegaran sus pares del ALBA a la conferencia de prensa que “se ha avanzado muy poco en los temas sustantivos, de fondo, que son los que tienen que ver con las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero”. “Hay una incertidumbre total sobre la continuidad del Protocolo de Kioto, desde nuestro punto de vista esto es inadmisible”, consideró.
El delegado de Nicaragua, Jaime Hermida, agregó que todos los países africanos, los árabes y el G77 más China en general (más de 130 Estados en desarrollo) respaldan la posición del ALBA de no negociar nada si no se sigue buscando un segundo período de compromisos dentro de Kioto.
“Creemos que este es el momento en el cual se juega la suerte de la conferencia de Cancún, el documento que salga mañana tiene que ser claro sobre este tema”, evaluó Solón.
Foto: Amigos de la Tierra Internacional
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