Desde Bolivia, país que ha convocado a las “otras voces” del mundo en torno al tema en la reciente conferencia de los pueblos de Cochabamba, se denuncia la intención de excluir a las comunidades indígenas en las decisiones globales.

La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que integra la Vía Campesina, ha denunciado públicamente que en la preparación del encuentro de Cancún no se toman en cuenta las conclusiones de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra celebrada en Cochabamba, Estado Plurinacional de Bolivia.

“Rechazamos el texto oficial de negociación del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que excluye por completo las resoluciones de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, y que en su lugar han incorporado el acuerdo de Copenhague que ni siquiera tiene el consenso de las Naciones Unidas”, señalan en una comunicación internacional.

En abril pasado, millares de delegados de todo el mundo, incluyendo los de varios gobiernos, se dieron cita en Cochabamba, tras lo cual el gobierno boliviano presentó a Naciones Unidas el “Acuerdo de los Pueblos” surgido de dicha conferencia.

El documento subraya que el capitalismo es la principal causa estructural del cambio climático, rechaza el “Entendimiento de Copenhague” y reitera que los países industrializados tienen una deuda climática que deben pagar con transferencia de tecnología y de fondos al Sur global.

La propuesta de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra reivindica su derecho a ser respetada, a la regeneración de su biocapacidad y continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas, a estar libre de contaminación y polución, de desechos tóxicos y radioactivos y a no ser alterada genéticamente.

En diciembre próximo tendrá lugar en Cancún un encuentro de partes donde se aguarda desde las redes y organizaciones sociales queden de manifiesto las dos posiciones dominantes: de un lado, la de las sociedades y gobiernos dispuestos a cambiar el sistema que ha devastado el clima en el mundo y de otro la de las grandes potencias y gobiernos acólitos que busca diluir las responsabilidades de los países centrales en perjuicio del mundo pobre.

Foto: www.observatorio.cl