«En este crecimiento jugó un papel importante no sólo este proceso de agriculturización, sino también el proceso político que lo acompañó: el crecimiento de los subsidios por parte del Estado, un gran negocio para una industria que está muy concentrada», señala.

Recientemente, Acción por la Biodiversidad publicó el informe «Engordes a Corral en Argentina. Una amenaza para la salud, el ambiente y la producción campesino-indígena», un documento elaborado junto al Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) y las ONG Taller Ecologista (Rosario), ECOS (Saladillo) y Food & Water Watch (EUA).

Durante la conversación con los corresponsales de Radio Mundo Real en Argentina, Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik, Vicente advierte que el límite de la expansión de la frontera agrícola está muy cercano, «porque se está terminando el territorio agrícola y se está avanzando sobre zonas de monte nativo y territorios campesino-indígenas».

Además, dice que este proceso va a seguir desarrollándose en los próximos años «si las luchas sociales y las comunidades afectadas no lo denuncian». Consultado sobre la referencia que hace el documento ―de unas 30 páginas― al estallido de numerosos conflictos sociales, sostiene que la cuestión de los malos olores es determinante en cuanto a la reacción de las comunidades y que, «mientras sigan desarrollándose, van a seguir los conflictos socioambientales alrededor de ellos».

Vicente explica: «La cría a corral implica encerrar a los animales en un espacio reducido con alta concentración de población. Se los alimenta con mezclas que van conteniendo granos y otros nutrientes de dudoso origen y viven hacinados caminando sobre su propia materia fecal y orina, lo cual genera un ambiente irrespirable en varios kilómetros alrededor de los feedlots».

En el audio, la charla completa con Carlos Vicente.

En Argentina, activistas, comunidades y movimientos sociales pueden comunicarse con nuestros corresponsales a través del correo electrónico.

Foto: De Marcos Paz al mundo