Según indica la federación en su informe "REDD: las Realidades en Blanco y Negro”, las plantaciones establecidas en el marco de REDD representan una amenaza en países donde hay selvas tropicales, perjudicando el resultado sobre deforestación en las negociaciones de la 16a Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que están teniendo lugar en Cancún, México, desde este lunes.

Estudios de caso relizados por los grupos miembro de la federación ambientalista indican que estos proyectos perjudican a los pueblos originarios y a las comunidades locales, mientras que benefician a las grandes empresas trasnacionales -como las petroleras BP y Shell- que ven en REDD un mecanismo atractivo que les permite obtener jugosas ganancias.

“Los gobiernos están promoviendo propuestas peligrosas sobre bosques a través de las negociaciones de clima de la ONU, que pondrían en peligro a las comunidades locales y al medio ambiente. Estos estudios de casos muestran que hay una carrera de los inversores privados de lucrar con los esquemas de forestación que no harán nada para reducir emisiones y perjudicarán a las comunidades locales”, señaló al respecto Joseph Zacune, coordinador del Programa Justicia Climática de Amigos de la Tierra Internacional.

Además, el informe advierte que existe un vínculo casi directo entre REDD y los mercados de carbono en las negociaciones de Naciones Unidas, lo que “multiplicaría aún más los riesgos de depender de los caprichos de los mercados de carbono y los precios”, permitiendo “la privatización de los bosques para generar créditos de carbono para que los países industrializados puedan comprar el derecho a contaminar”, según indica un comunicado publicado este lunes por Amigos de la Tierra.

Por otra parte, la federación establece que en el marco de estos mecanismos podría continuar la tala de los bosques naturales, que debido a una vaga definición de lo que se considera “bosque” por parte de Naciones Unidas, podrían ser reemplazados por plantaciones industriales de árboles.

Foto: Amigos de la Tierra Internacional