En estos días transcurre en Nueva York la “Conferencia de las Naciones Unidas acerca de la Crisis Económica y Financiera y sus efectos sobre el Desarrollo” con participación de delegaciones de los países miembro de la organización.

Sin embargo, la agenda oficial de esta cumbre parece repetir las mismas fórmulas que se encuentran en la raíz del gran terremoto financiero cuyas reverberaciones han alcanzado las orillas más remotas del globo: liberalización del comercio a ultranza, hegemonización de las políticas globales a través de organismos de dudosa legitimidad, etc.

La indiferencia de los países desarrollados respecto a la Conferencia y sus implicancias ha merecido el nombre de boicot por parte de la prensa internacional y del propio Miguel D’Escoto, presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas.

“Particularmente aquellos del Norte, se han resistido a reformar al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, esperando que las cosas vuelvan a quedar como antes", señaló D’Escoto en rueda de prensa el martes en Nueva York.

La conferencia sin embargo, distará de ser monocorde. Es que en paralelo con la misma también se han dado cita en la metrópoli estadounidense cientos de redes de movimientos sociales que bajo el lema “Las voces de los pueblos sobre la crisis” piden a las y los jefes de Estado y presidentes de sus países que participen en esta conferencia, para sustituir el G-20 como foro global donde debatir las reformas de la arquitectura financiera internacional.

Asimismo se espera que algunos de los mandatarios utilicen el foro internacional para reclamar la sustitución de organismos multilaterales como la propia Organización Mundial de Comercio o el siniestro CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), un tribunal enmarcado en las agencias del Banco Mundial que ha servido para que distintas corporaciones trasnacionales presionen a Estados nacionales en los que operan para obtener mayores beneficios y ganancias.

Por ejemplo el presidente boliviano Evo Morales ha anunciado que abordará la pobreza, la exclusión social y la problemática de los pueblos indígenas en el continente durante su intervención el jueves 25 en la Asamblea General. Morales y Rafael Correa, presidente de Ecuador, participarán en un evento que reclamará la anulación del CIADI, este jueves, dijo a Radio Mundo Real Nick Buxton, integrante del Trasnational Institute (TNI, Ámsterdam) desde Nueva York.

Al parecer Correa, Morales y el venezolano Hugo Chávez serán los únicos representantes de primer nivel que se hagan presentes en la sede de la organización.

Los movimientos manifiestan rechazo a la tesitura de concluir la “Ronda de Doha” de negociaciones de la OMC sobre el comercio mundial como solución a la crisis. “Muy por el contrario, proseguir con la liberalización del sector financiero de las economías nacionales a través de los TLC sólo servirá para agravar la crisis”, afirman.

Buxton manifiesta que la cumbre no cuenta con la cobertura mediática que merecería, apareciendo como una cumbre secreta cuando en realidad se trata de una instancia de la que participan todos los países del mundo.

Otro aspecto del reclamo de las organizaciones sociales tiene que ver con el rescate de la propia ONU como escenario de definición, dado que, señala Buxton, si bien cuenta con notorias falencias, continúa siendo el foro más representativo para el debate de problemáticas globales.

Las demandas de la alianza de redes sociales “Nuestro Mundo no está en venta” incluyen la cancelación de toda la Deuda Externa ilegítima de los países del Sur, así como reconocer y reparar la Deuda Ecológica de los países del Norte con los países del Sur.

Buxton abundó en relación al reclamo de inmediata derogación del CIADI en el que participarán los mandatarios boliviano y ecuatoriano.