En tanto, este jueves hace una semana que 33 trabajadores se encuentran atrapados en una mina del país trasandino. Las posibilidades de encontrarlos con vida son muy pocas.

En Perú y Brasil las inversiones mineras alcanzarían los 30.000 millones de dólares, al tiempo que Argentina, Colombia y México también recibirían importantes sumas en la próxima década.

Las previsiones corresponden al Centro de Estudios del Cobre y la Minería, organización de estudios sobre el sector minero con sede en Santiago, capital chilena. Según su director ejecutivo, Juan Carlos Guajardo, América Latina es una de las regiones más atractivas del mundo para la exploración minera.

El especialista estimó que en Chile, Colombia y Argentina los fondos en los próximos años llegarían principalmente del extranjero, mientras que en Brasil y Perú habría mayor participación de inversionistas locales.

Por su parte, el 5 de agosto se derrumbó en Chile la mina San José, de la empresa San Esteban, situada cerca de la ciudad de Copiapó, en la región de Atacama y a unos 800 kilómetros al norte de Santiago. Quedaron atrapados 33 trabajadores y se calcula que están a 700 metros de profundidad. Son poquísimas las posibilidades de encontrarlos con vida.

Los responsables de la minera San Esteban se enteraron del derrumbe de San José varias horas después de ocurrido, temprano de la tarde, y familiares de los mineros atrapados denunciaron que los rescatistas llegaron a la noche.

Algunos medios informan sobre la indignación que ha reinado entre quienes esperan que sus seres queridos sean rescatados, especialmente luego que se enteraran que San Esteban ya había recibido varias denuncias por precarias condiciones de seguridad de sus trabajadores, inclusive en la mina San José.

En 2007, obreros de la empresa junto a sindicatos de otras compañías que prestaban servicios a la minera, presentaron una denuncia ante la Corte de Apelaciones y el gubernamental Servicio Nacional de Geología y Minería por la muerte de tres mineros en el yacimiento San José y en el de San Antonio. En ese entonces los obreros movilizados pidieron el cierre de San José.

El secretario del sindicato de la compañía, Javier Castillo, denunció que la mina San José no cuenta con vías de escape, ventilación y la fortificación necesaria, y que esta situación estaba en conocimiento de las autoridades. “El cerro en Minera San Esteban nos cruje desde hace dos meses. Desde el 2003 estamos planteando que estamos en una situación de alto riesgo”, dijo Castillo, citado por el diario chileno La Nación.