Así lo explicó Héctor Kol, encargado del Programa Salmonicultura de la Asociación Gremial de Organizaciones de Pescadores Artesanales de Aysén, en entrevista con Radio Mundo Real.

Kol indicó que contrariamente a lo que sucede con la pesca artesanal en Chile, que utiliza métodos naturales para la extracción de los peces y que obtiene productos orgánicos, la industria salmonera emplea una gran cantidad de antibióticos que contaminan al consumidor. Además, afirmó que ésta daña a la soberanía alimentaria en otros aspectos, dado que se utilizan los recursos del mar principalmente para producir salmón destinado a la exportación.

Por último también se refirió a la situación en su país de quienes protestan contra esta industria, dado que actualmente enfrenta un proceso judicial debido a su postura sobre la salmonicultura. Un proceso que él calificó como “un montaje”, que atribuyó a su posición política.

“Los problemas ambientales en el tercer mundo son posiciones políticas, son problemas políticos, pasan por una decisión equivocada del poder central, del poder político, que ejerce influencia a través de sus diferentes servicios del Estado para desarrollar proyectos absolutamente contrarios e incluso peligrosos para la vida humana”, afirmó Kol.

Y agregó: “tenemos gobiernos, a lo ancho y largo de Latinoamérica, que están empeñados en hacer pedazos lo único que tenemos para vivir”, por lo que “este tipo de problemas tenemos que enfrentarlos políticamente”, concluyó.