17 de noviembre de 2009 | Entrevistas | Soberanía Alimentaria | Souveraineté Alimentaire des Peuples Maintenant !
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La conservación de la semilla, la reforma agraria, el cuidado de los territorios y el construir alternativas de poder, forman parte de la lucha por la soberanía alimentaria. Así lo explicó en entrevista con Radio Mundo Real German Bedoya, quien es miembro del equipo Coordinador Nacional Agrario de Colombia, integrante de la CLOC-Vía Campesina.
Bedoya habló con Radio Mundo Real desde Roma, ciudad en donde está teniendo lugar el foro ¡Soberanía Alimentaria de los Pueblos Ahora!, paralelo a la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria de la FAO.
“Es un encuentro que ha permitido encontrarse”, comenzó diciendo Bedoya, y explicó que todos los miembros de La Vía Campesina estaban participando en este importante foro, pero que además se habían integrado otras iniciativas, plataformas y alianzas.
“La idea es generar incidencia, comenzar también a plantearse el tema de la soberanía alimentaria como derecho a la alimentación que se tiene desde los pueblos, pero generar un espacio de real importancia de discusión, y de ir generando mayores incidencias y mayores impactos en la propuesta de la alimentación”, afirmó.
Bedoya reflexionó sobre cómo ha cambiado el discurso de los gobiernos centrales y de los organismos supranacionales con respecto a la soberanía alimentaria, pero dijo que aún faltaba un largo trecho para que convirtieran sus palabras en hechos.
“Ha cambiado el tema de la retórica. En la instalación del foro de los pueblos estuvo el director general de la FAO, y su discurso fue muy en la vía de la soberanía alimentaria, de resolver el problema del hambre en el mundo, de llamar a los gobierno para que haya mayor inversión y mayor voluntad política en ese sentido. Pero sabemos que la retórica es una y la práctica es otra. Prueba de ello es que la mayoría del grupo de los países más ricos del mundo, el G8, no llegaron a la cumbre de la FAO. Y aunque van sacando una declaración de erradicar el hambre, de reducirla en 400 millones de habitantes que dejen de aguantar hambre, no hacen inversión social, no aumentan sus rubros para combatir el hambre, pero tampoco hacen incidencia en cambiar las políticas, las políticas de los agronegocios, las políticas de los monocultivos, las políticas de los agrocombustibles”, afirmó.
“Entonces, es una pelea muy fuerte que debe darse desde todos los pueblos originarios, desde los campesinos y desde todos los sectores sociales en el mundo”, concluyó.
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