Tras años de lucha, las comunidades celebran hoy el anuncio de la multinacional española Ecoener-Hidralia de dejar Guatemala, y comenzar el “proceso de extinción de Hidro Santa Cruz S.A.”

La agresividad del proyecto, perteneciente a la multinacional, llegó a uno de sus puntos más altos con el asesinato del dirigente comunitario Andrés Pedro Miguel, cuya responsabilidad fue atribuida a personal de seguridad contratado por la multinacional. La justicia, aún ante pruebas incontestables, decidió mantener el crimen en la impunidad.

La indignación de las comunidades fue utilizada como excusa por el Estado guatemalteco, bajo el gobierno de Otto Pérez Molina, para declarar un estado de excepción en la zona, y dar lugar a varios encarcelamientos.

“Como pueblos de Barillas, vemos esto como un gran éxito. Es un logro importante para el avance en la defensa del territorio y los recursos naturales de los pueblos, y es un mensaje para otras empresas en el país y en el mundo”, dijo en entrevista con Radio Mundo Real, Basilio Tzoy, integrante de la Asamblea Departamental de Huehuetenango y de CEIBA- Amigos de la Tierra Guatemala.

Para Tzoy, el “factor primordial” para esta victoria, fue la lucha de “los pueblos a través de sus consultas comunitarias a partir de 2007; y luego con un apoyo de diferentes organizaciones e individuos en oposición a la declaratoria de estado de sitio en 2012 y por la libertad de los presos políticos”.

Tzoy también subrayó la importancia de la solidaridad de organizaciones a nivel regional e internacional que actuaron para detener el avance del proyecto, por ejemplo, a través de la Misión Internacional de Derechos Humanos llevada a cabo en 2013, en el marco del V Encuentro Latinoamericano de la Red de Afectados y Afectadas por Represas y en Defensa de los Ríos, sus Comunidades y el Agua (REDLAR).

Otra acción importante, señaló, fue la entrega a comienzos del mes pasado de 23 mil firmas reunidas por Amigos de la Tierra España y la Alianza por la Solidaridad , al embajador guatemalteco en España, exigiendo la retirada definitiva la multinacional del país.

La lucha sigue

A pesar de celebrar esta victoria las comunidades han definido como próximos pasos, fortalecer la solidaridad con los pueblos q’anjob’al y chuj de la localidad de San Mateo Ixtatán, que se enfrentan al avance de proyectos hidroeléctricos de propiedad de la empresa Promoción y Desarrollo Hídricos (PDHSA). Según Tzoy, dirigentes de estas comunidades, que se encuentran en un territorio más fuertemente militarizado, tienen “unas 17 órdenes de captura, y más de 50 denunciados ante la justicia”, por oponerse al proyecto.

En relación a los territorios ocupados por Hidro Santa Cruz, el militante contó que a partir del comienzo de año, las organizaciones locales se reunirán para definir cómo se llevará a cabo la recuperación de los mismos.

En el marco de la conmemoración de 20 años de los acuerdos de paz, que se cumplen hoy 29 de diciembre, Tzoy cuenta que desde hace dos meses, los movimientos sociales guatemaltecos se viene reuniendo, y realizando acciones para demandar ante el Estado el derecho de los pueblos indígenas a sus territorios, así como para denunciar la represión y criminalización de las luchas de comunidades.

Sobre el cierre de la entrevista Basilio Tzoy hizo un llamado a los “pueblos de Latinoamérica y del mundo que están en resistencia contra el neoliberalismo”: “la lucha tarda y cuesta pero se logran frutos, si se asegura su permanencia”, sentenció el dirigente guatemalteco.