Su intervención tuvo lugar en el marco de la I Asamblea Continental de CLOC-VC realizada en el mes de octubre pasado en Managua, Nicaragua, instancia en la cual se aprobaron la carta orgánica de dicha organización, así como se designó al Movimiento Nacional Campesino Indígena como sede de la Secretaría Operativa de la organización.

Alegría recordó que, al iniciarse el proceso fundacional de la coordinadora, el marco político era totalmente desfavorable a la organización de los movimientos sociales, siendo la única excepción discordante el caso de la Revolución Cubana.

Señaló que tradicionalmente la lucha agraria se resumía en el enfrentamiento contra el terrateniente, simbolizado en un hombre o una familia prepotente y rica, pero sin embargo: “hoy el problema central de Nuestra América sigue siendo el de la tierra, el de los alimentos, el agua, los transgénicos y la lucha por la tierra es la lucha contra las trasnacionales. El viejo estereotipo del terrateniente ha cambiado… hoy nos enfrentamos a empresas, a bancos”, dijo Alegría.

En particular indicó la creciente violencia política empleada contra comunidades rurales en Honduras, Guatemala, Paraguay, Colombia o Argentina. “Es que en América latina, en nuestras regiones, es donde se encuentran las grandes reservas de tierra, petróleo, gas, agua, biodiversidad. De ahí que las empresas trasnacionales, las oligarquías quieran apoderarse de estos recursos”, añadió. Como ejemplo, explicó la aprobación por parte del legislativo hondureño de una ley que conforma las denominadas “ciudades modelo”, privatizando a favor de inversores extranjeros desde los territorios y recursos naturales hasta las propias poblaciones humanas.

“Hemos dicho que no queremos ser base social para los gobiernos, así sean progresistas, no. Queremos poder real para tomar decisiones en nuestras poblaciones”, sentenció el dirigente campesino hondureño.

Foto: Escuela Campesina Francisco Morazán – ATC - Nicaragua