Si bien la orden judicial de la dictadura establecía que la familia del mandatario podía cruzar la frontera junto con las personas que la acompañan, una vez allí el Ejército impidió que los familiares de Zelaya siguieran su camino, lo que fue avalado por el juez que estaba allí para verificar que se cumpliera la sentencia.

Xiomara Castro, esposa de Zelaya, relató a Venezolana de Televisión (VTV) que los militares incluso le habían dicho que cruzara sola la frontera, y que dejara atrás a sus hijos y a la madre del presidente.

“La verdad es que aquí se han perdido todas las garantías”, explicó Castro a VTV, y añadió que cuando le habían dicho que debía atravesar la frontera sola se había negado a hacerlo, a pesar de las amenazas e intimidaciones que había sufrido por parte de efectivos militares en territorio hondureño.

Por otra parte, la agencia Reuters publicó un artículo citando a una fuente cercana al gobernante de facto Roberto Micheletti, en la que ésta explica que Micheletti le habría solicitado al presidente de Costa Rica, Óscar Arias –quien actúa como mediador entre el gobierno constitucional y el de facto- que envíe a un representante de confianza para convencer a los sectores golpistas de que es necesario aceptar el plan de negociación, que incluye el regreso de Zelaya.

“Como está planteada, la propuesta sería rechazada por todos los poderes que hay en el país. Le está diciendo a Arias ’Ayúdeme a convencer a mi pueblo’", afirmó la fuente.

Arias confirmó que Micheletti le había solicitado la presencia de un representante de confianza. Según Reuters, el gobernante de facto le habría solicitado que esa persona sea el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias.

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