“En la medida en que colocamos una barrera en los ríos, rompemos el ciclo del agua, inundamos tierras que tenían o bosque o selva –que ya no absorben agua- y generamos un espejo de agua cuya tercera parte se evapora. Hay estudios que indican que las represas del Amazonas generan más gases de efecto invernadero que termoeléctricas en base a hidrocarburos. Pero el peor cambio existe en lo local, en los territorios devastados”, reflexionó el integrante de Otros Mundos-Amigos de la Tierra Chiapas.

Existen muy pocos ríos importantes en América Latina que aún no tienen represas… pero esos pocos ya tienen proyectos de presas hidroeléctricas en escalera, aseguró Von Borstel, quien fuera organizador en 2010 del III Encuentro Internacional de Afectados por Represas en la población mexicana de Temacapulín, a dos horas de Guadalajara en el estado de Jalisco.

Su análisis formó parte de la Conferencia internacional "Cambio climático, territorios y Movimientos Sociales" que se realizara en la Universidad Nacional de El Salvador, más precisamente en su auditorio “Roque Dalton” a inicios de noviembre de este año.

El activista indicó que no existen ejemplos de comunidades que hayan mejorado sus niveles de vida a partir de aceptar la construcción de una hidroeléctrica en su territorio, sino por el contrario citó como ejemplo la primera central construida a fines del siglo XIX en México, cuyas comunidades circundantes hoy tienen los más elevados niveles de incidencia en enfermedades como cáncer y renales.

Asimismo, dentro de los aspectos poco difundidos o “mitificados” sobre las represas hidroeléctricas tiene que ver con su carácter “limpio”: las presas abonan al cambio climático a través de grandes cantidades de gas metano, entre otros aspectos por la descomposición de grandes cantidades de materia orgánica en el lecho del espejo de agua de la misma.

Pérdida de biodiversidad, deforestación, cambio climático cuenca debajo de la cortina de concreto, sequías e inundaciones, cambios en la composición química del agua, entre otros aspectos están asociados a las represas.

“Gran parte del problema de los manglares ha sido que las represas no permiten que muchos sedimentos bajen hasta los manglares y alimenten esos ecosistemas”, dijo Von Borstel.

Foto: Víctor Barro (AT España)