Desde allí, donde han mantenido reuniones con integrantes de las organizaciones populares para coordinar una estrategia de apoyo a la ciudadanía hondureña, hicieron énfasis en que era necesario velar por la seguridad de los miembros del grupo de Amigos de la Tierra en Honduras, Madre Tierra, y de todos los integrantes del movimiento popular, que han rechazado el régimen de facto a pesar de la cruda represión efectuada por el mismo.

El pasado domingo, día en que estaba previsto que regresara el presidente Manuel Zelaya a Honduras, los golpistas impidieron el aterrizaje de su avión y dispararon contra la multitud de ciudadanos que se había reunido para esperarlo pacíficamente. Como consecuencia de este hecho, dos personas perdieron la vida, y decenas resultaron heridas.

“El golpe de Estado en Honduras hay que entenderlo no solo como una acción contra un pueblo o país determinado, sino como un atentado a las conquistas sociales que se han venido alcanzando por las luchas populares empeñadas en terminar con el hambre y la injusticia en la región”, explica uno de los comunicados de la delegación de Amigos de la Tierra, y agrega: “Estas actitudes violentas son motivadas por intereses de grupos y corporaciones que ven peligrar sus privilegios políticos y económicos surgidos desde la época colonial y que el capitalismo y neoliberalismo les ha permitido consolidar, y su decisión es de tal magnitud que no les importa desafiar a la comunidad internacional representada por organizaciones como la OEA [Organización de Estados Americanos] y la ONU [Organización de Naciones Unidas] que han condenado el golpe militar que los golpistas en Honduras se empeñan en mantener”.

Radio Mundo Real pudo conversar con dos integrantes de la misión de Amigos de la Tierra Internacional; Karin Nansen, coordinadora de REDES -el grupo uruguayo de la federación-, y Mario Godínez, secretario de ATI en la región de América Latina y el Caribe.

Ambos resaltaron el importante rol que pueden jugar las organizaciones sociales de cada país para exigir pronunciamientos fuertes y condenatorios al régimen de facto por parte de sus respectivos gobiernos, y anunciaron próximas acciones internacionales para apoyar al pueblo hondureño.