En las portadas de los diarios los titulares hacían referencia al partido que la selección hondureña jugará próximamente en el marco de las eliminatorias para el Mundial de fútbol que se llevará a cabo el año próximo en Sudáfrica, o reproducían las palabras que pronunció esta semana el presidente estadounidense Barack Obama, cuando repitió que respaldaba el regreso a la presidencia del mandatario derrocado Manuel Zelaya pero anunció que no intervendría en la crisis hondureña.

Pero pese a estar marginadas de los relatos de los grandes medios, las movilizaciones no pasaron desapercibidas para la población hondureña, que asistió a las decenas de miles de personas que participaron en las diferentes marchas proporcionándoles agua, alimentos y albergue.

Desde el pasado 5 de agosto, campesinos, trabajadores sindicalizados, indígenas e integrantes de las organizaciones que conforman el Frente Nacional contra el golpe de Estado han recorrido decenas de kilómetros para llegar hoy a Tegucigalpa y San Pedro Sula, para exigir que se restituya en su cargo al presidente Zelaya y que se termine con el régimen de excepción que desde hace 45 días encabeza Roberto Micheletti.

"Venimos con la frente en alto con la esperanza que vamos a lograr el objetivo: el restablecimiento del orden institucional con el retorno al poder del presidente Manuel Zelaya", afirmó el sacerdote y ambientalista Andrés Tamayo a la agencia AFP. Tamayo encabezaba una de las marchas, que estaba integrada por tres mil personas.

Y de a poco, a medida que las ciudades se llenaban de personas que pacíficamente exigían el regreso a la democracia, los grandes medios del país se vieron forzados a reproducir parte de lo que sucedía. Aunque lo hicieron fieles al estilo que han tenido desde que se produjo el golpe, advirtiendo a los conductores que tuvieran cuidado al transitar en Tegucigalpa y San Pedro Sula, porque podían verse atrapados en “un tráfico infernal”, producto de que las calles habían sido tomadas por los manifestantes.

Foto: AP