Lo decía en relación a un episodio que le tocó vivir este jueves 15 de marzo, y que a esta altura forma de una escalada de intimidación contra las organizaciones ambientalistas de ese país centroamericano.

Gálvez fue interceptado en la calle por dos personas que conducían una motocicleta. Uno de ellos lo amenazó con una pistola que portaba y solamente le exigió que le entregara el maletín.

Parece evidente que existen personas interesadas en acceder a la información que maneja la Asociación CEIBA, integrante de la federación ambientalista Amigos de la Tierra, y de otros grupos aliados.

Otro hecho intimidatorio con similares características, en el sentido que robaron equipos informáticos, se registró el sábado 25 de febrero en la oficina de la Asociación CEIBA y de la Red Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria (REDSAG) en Chimaltenango, Guatemala.

“Esto forma parte de una campaña del gobierno contra organizaciones sociales, en la que también participan algunos medios de comunicación. A pesar de eso vamos a seguir en la lucha”, dijo Gálvez.