Luego de 10 años de articulación de experiencias, el desafío presentado por el Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible -CEPRODESO-, quienes fueron los anfitriones y creadores históricos de este escenario, consistió en poner a dialogar las experiencias de educación popular ambiental en torno a los sentidos y la incidencia política de estas prácticas.

El Encuentro también se realizó como parte de los esfuerzos para continuar socializando los por qué y para qué de las luchas ambientales, y hacerlo no sólo desde la experiencia, también desde el sujeto social que conforma el entramado de las redes de construcción colectiva.

Radio Mundo Real, a través de su corresponsal Danilo Urrea, se hizo presente en Pinar del Río y dialogó con Jesús Figueredo, Integrante del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr., y quien colabora en el programa de educación popular y acompañamiento de experiencias locales. Jesús también hace parte de la Red de Educadoras y Educadores Populares de Cuba y de la Red de Educación Popular Ambiental.

Un viraje conceptual

Partiendo de la educación ambiental clásica que en los años 80s se desarrollaba, las organizaciones cubanas empezaron a transformarse y dieron un viraje fundamental alrededor de la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro, cambiando la perspectiva desde una crítica profunda a la educación ambiental y sus limitaciones de lectura de las relaciones entre seres humanos y naturaleza.

El “Periodo especial” en Cuba, iniciado desde los 90s y que, según Figueredo podría decirse se mantiene aún, hace manifiesta una crisis económica con consecuencias en las relaciones entre los seres humanos y de éstos con la naturaleza. Ello se traduce en una ruptura y transformación desde la ética y la moral del pueblo cubano, generándose entonces la aparición de un nuevo enfoque de educación en torno a lo ambiental desde lo popular.

El V Encuentro sesionó a través de una feria de experiencias que reunió a comunidades de práctica como sujeto colectivo de análisis y discusión. Una de estas comunidades fue la de formación y articulación.

“Hay al menos tres elementos esenciales que hemos discutido desde nuestras prácticas, hablamos de una comunidad de práctica pero no es una comunidad que no tiene en cuenta la individualidad, las experiencias, la praxis misma de cada persona. Desde ahí enmarcamos tres elementos básicos: el sentido político y la incidencia política de la educación popular ambiental; el elemento de la epistemología, cómo construimos una epistemología otra, precisamente desde los sentidos políticos, desde la visión holística integradora de una trabajo ambiental y sobre todo formativo; y la dimensión ética de ese sentido político y de esa construcción de conocimiento, de ese episteme”, expresó Figueredo.

Naturaleza como sujeto social

La deconstrucción de las relaciones de poder de dominación se constituyó como elemento transversal de análisis, partiendo del corrimiento de una educación popular muy centrada en las relaciones sociales, a una que ve a la naturaleza como un sujeto más del sistema de relación.

Y al hablar del sentido político de la educación popular se hizo referencia a la intención de transformar los patrones de relación de dominación que se reproducen en las relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza.

“Para llegar a ese sentido político y ser coherente con él nuestros espacios de formación los asumimos como procesos vivenciales, lo que implica tener en cuenta dos elementos de las estrategias de enseñanza - aprendizaje que ponemos en práctica. Uno es la dinámica de los grupos de personas que van a trabajar y a desarrollar esos espacios; y el otro lo temático, los contenidos mismos, los conocimientos que se ponen en socialización dentro de esa dinámica”.

La construcción de un saber colectivo, en términos de una nueva epistemología para la puesta en marcha de la educación popular, produjo en el Encuentro la reflexión acerca de las maneras de producir el conocimiento. En esta perspectiva, el diálogo de saberes y el ámbito relacional fueron valorados por las y los asistentes como elemento determinante de la epistemología otra. Al respecto Figueredo señaló que “los enfoques los hacemos desde un sistema socionatural, no hablamos de sociedad – naturaleza, hablamos de sujetos que cohabitan un sistema socionatural […] La visión es cosmocéntrica y no tanto antropocéntrica, no tanto centrada en el ser humano sino en la relación de ese sistema, creo que ésa es otra epistemología en la que vamos construyendo”.

La ética en el centro

En los debates que arrojó el Encuentro, el elemento de la dimensión ética en la educación popular ambiental se presentó como no necesariamente coincidente con las normas establecidas, con lo moral y socialmente aprobado.

El elemento ético se proyectó como la consideración de los otros seres humanos como sujetos y no como objetos dentro de los sistemas de relación. “Son procesos en los que uno no va sólo con la función de enseñar, tiene que ir con la actitud también de aprender, no puede ir sólo con la actitud de cuestionar, sino de dejarse cuestionar desde los significados de la gente. Es ahí donde empieza la construcción de otro tipo de epistemología, de otro tipo de conocimiento, sumándole la visión sistémica, holística, y al mismo tiempo es muy ético el tener en cuenta que el otro no es el objeto que yo utilizo, que yo domino, que yo manipulo; y la educación popular lo ha hecho como un eje fundamental de lucha”, destacó el educador al entregar sus análisis de lo que fue la comunidad de práctica de formación y articulación, y sus debates como sujeto colectivo.

Foto: Jesús Figueredo, www.cmlk.org