"Para el año 2020 deberíamos tener la mitad de lo que tenemos ahora", afirmó Navarro, y agregó que para el año 2050 ya no deberían producirse emisiones, para evitar así que la temperatura aumente dos grados, lo que traería terribles consecuencias.

Por otro lado, señaló que hay que comprender que el problema del cambio climático "lo ha generado la gente rica del mundo, porque son los que han consumido el petróleo, el carbón, el gas natural, y los que han sufrido son los sectores más vulnerables, que son sectores empobrecidos". Y agregó: "ahí hay una tremenda injusticia. Entonces nosotros esperaríamos que se reconozca también esa injusticia, ese daño que los ricos le han hecho a los pobres, esa deuda ecológica, climática, que le deben los ricos a los pobres".

Eso implicaría, según explicó, una compensación por parte de los países ricos a los países del Sur, para que éstos puedan encaminarse a un mejor estado de vida sin tener que consumir carbono.

Navarro también se refirió al acuerdo de los pueblos celebrado en Cochabamba a comienzos de este año, y señaló que el gobierno de Bolivia es uno de los que mejor entiende el problema del cambio climático. Además, indicó que parte de las soluciones a este problema podían encontrarse en observar la forma en que vivían los pueblos indígenas de antaño y su relación con la Madre Tierra, y afirmó que debe aprobarse una carta que garantice los derechos de ésta.

"En este sistema político-económico se le ve a la tierra como una suministradora de capital, de recursos, de hacer dinero, cuando no nos damos cuenta que nosotros somos parte de eso, que somos parte de ese planeta, entonces la relación debería ser distinta: no sólo es la casa donde vivimos, sino que es la madre de la cual nosotros somos parte todavía, y nosotros no podemos vivir sin el planeta", señaló.

Por otra parte, en referencia a la postura de Japón -que anunció esta semana que no aceptará un segundo período del Protocolo de Kioto- indicó que además de lo ofensivo de su posición, ésta era una señal de que el mundo industrializado no quería reducir las emisiones.

Insistió a su vez en que en asuntos como el cambio climático y la erosión de la biodiversidad se estaba jugando el futuro de la humanidad.

"Aquí no estamos hablando de un problema económico", dijo Navarro, y añadió: "inclusive las Naciones Unidas cuando hablan de mitigación y adaptación... ¿cómo se le puede pedir a un país que tiene cien mil muertos en un huracán que se adapte? ¿Adaptarse a qué? Estamos hablando de sobrevivir, eso es lo que hay que entender. Necesitamos cambios sumamente radicales en función de la supervivencia de la raza humana. Ojalá logremos despertar, y ojalá lo hagamos a tiempo", sentenció.

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