Uno de los desafíos asumidos por el Movimiento Nacional Campesino e Indígena argentino (MNCI) en su primer congreso realizado en Buenos Aires es que a través de la lucha, rural y urbana, se abran causes para el “desexilio” de los miles de campesinos desplazados a las ciudades.

Esa vuelta al campo, que miles añoran, es parte fundamental de la reforma agraria integral que el MNCI plantea dentro de su plataforma desde hace una década y que reafirmó en este encuentro nacional de tres días, como antesala del V Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) Vía Campesina a realizarse en octubre en Quito, Ecuador.

Eduardo Bellelli, del Movimiento Campesino de Córdoba dialogó con Radio Mundo Real minutos antes de realizarse la mística de cierre del Congreso y explicó como, a juicio del movimiento nacional, se debe pasar de la fase de resistencia a la fase de consolidación y repoblamiento rural organizado y sustentable.

O como lo expresa la consigna del congreso, los campesinos “somos tierra para alimentar a los pueblos”.

Para hacer posible este cambio civilizatorio, el MNCI combina la formación académica de sus integrantes, con sus escuelas y universidades campesinas y el recupero de los saberes tradicionales.

De ahí que en consonancia y en un plano de igualdad convivieron durante tres jornadas ancianos de las comunidades de varias provincias, mujeres que compartieron su conocimiento de las hierbas medicinales del monte, con profesionales universitarios, investigadores agrónomos, juristas y expertos en ciencias sociales y de la comunicación.

Cada uno aportó lo suyo a los debates y entre todos forman una argamasa diversa desde la cual el Movimiento busca asentar su influencia política y simpatía social, ofreciendo un nuevo formato de vida, militancia y desarrollo personal.

Resultó significativo, en ese contexto, que el documento base para el reclamo de la Reforma Agraria Integral que, se insiste, comenzó ya en la posibilidad de resistencia organizada a desalojos y recuperación de campos comunales haya sido leída por jóvenes de las distintas comunidades.

En el lenguaje gestual también puede leerse la continuidad generacional e histórica.

Bellelli, de formación agrónomo, dice "tenemos herramientas, elementos para que esa reforma agraria pase a ser la de la consolidación y el desarrollo".

Y aporta un dato: desde la década del 90’, 300 mil familias campesinas han abandonado el campo emigrando a la ciudad, se ha abandonado la agricultura de autoconsumo urbana... pero esos saberes están latentes en los barrios y villas y debe ser convocada para la Argentina igualitaria que busca el MNCI.