Así lo informó en un comunicado la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), y también la Asociación Mundial de Radios Comunitarias para América Latina y el Caribe (AMARC - ALC) se ha pronunciado al respecto, exigiendo al Estado hondureño que garantice el cese de las agresiones contra las radios comunitarias en ese país y que tome las acciones necesarias para que la radio Faluma Bimetu pueda reiniciar sus transmisiones.

En enero de 2010, la emisora garífuna había sido incendiada por desconocidos, en un hecho que hasta ahora permanece sin esclarecer por las autoridades. En esa oportunidad, las pérdidas materiales que ocasionó el incendio hicieron que la radio comunitaria estuviera fuera del aire durante un mes, tras lo cual pudo regresar a sus emisiones gracias a los apoyos que recibió para su reconstrucción.

“Las radios comunitarias de Honduras, a partir del golpe de Estado [ocurrido el 28 de junio de 2009], vienen sufriendo persecución constante, ya que rompen el cerco informativo impuesto al pueblo hondureño, por esa pequeña minoría que ha venido saqueando el país, e impide cualquier transformación que socave sus intereses y aliente al pueblo a reclamar sus derechos”, señala el comunicado de la OFRANEH.

Y agrega: “En el caso de Triunfo de la Cruz, son los intereses de los empresarios turísticos y la Municipalidad de Tela, que a través del empresario [y alcalde] David Zaccaro, vienen sembrando la división para poder continuar con las ventas ilegales de tierras comunitarias, favoreciendo los intereses de la elite de poder, que ha venido promoviendo megaproyectos turísticos en la Bahía de Tela”.

La radio Faluma Bimetu ha sido una voz activa en la denuncia de esta situación, en la que se pretende desplazar a los pobladores en nombre del mega turismo, defendiendo los derechos sobre el territorio de las comunidades garífunas. Esto ha hecho que la emisora esté entre los objetivos del grupo paramilitar autodenominado “los ninjas”, que están al servicio de los grandes intereses del turismo.

Las agresiones a Faluma Bimetu no son un hecho aislado, dado que pertenecen a una política de hostigamiento a la que se ven sometidas las radios comunitarias por no responder a la línea que siguen los medios de información tradicionales, que respaldan al gobierno que las organizaciones sociales consideran ilegítimo y continuista de la dictadura.

“Existe un claro monopolio de los medios de comunicación en el país, que son propiedad de contadas personas, y las que están vinculadas en su mayoría con el golpe de Estado del año 2009. Las radios comunitarias son un producto de un gran esfuerzo, que surgen con el objetivo de proporcionar información veraz y así romper con la docilidad y el servilismo que promueven los medios de comunicación de la élite de poder”, resume a este respecto el comunicado de la OFRANEH.

Foto: http://hondurasenlucha.blogspot.com/