La Organización Fraternal Negra Hondureña trabaja en defensa de los derechos de las comunidades del grupo étnico garífuna. El lunes la coordinadora general de la organización, Miriam Miranda, fue detenida cerca de la ciudad hondureña de Tela, mientras participaba en una manifestación pacífica.

La activista fue golpeada salvajemente, herida y conducida a la cárcel de Tela. Luego se la acusó de sedición y más tarde fue dejada en libertad condicional.

Por eso el martes la organización que Miriam representa emitió un comunicado de prensa, firmado por la propia activista, en el que ella cuenta lo sucedido el día anterior y aporta su visión de la actual situación en Honduras.

“El operativo dirigido por el subcomisario Víctor Sánchez Bonilla, que en medio de la muchedumbre me señaló a sus subalternos para que fuera la única capturada, demuestra la estrategia por parte de las fuerzas represoras de focalizar a dirigentes como objetivos militares”, señala Miriam en el texto.

La activista fue llevada a prisión sin que se le brindara atención médica por la herida que le causó en el estómago una bomba lacrimógena que le tiró la policía y una posterior afección respiratoria. Recién luego que un médico forense recomendara su traslado a un centro de salud, Miriam fue llevada a un hospital de Tela. Estuvo, además, dos horas y media detenida sin que se le leyeran sus derechos ni se le dijera de qué la acusaban.

Miriam resume su situación diciendo que “en Honduras se continúa el caos en que se sumió el país a raíz del golpe de Estado de 2009, perpetrado por el poder Judicial, el Legislativo y las fuerzas armadas; bajo las instrucciones de la derecha estadounidense y por supuesto el Pentágono”.

La coordinadora general de la Organización Fraternal Negra Hondureña agrega que “la criminalización de la protesta social se ha agudizado con el régimen de Porfirio Lobo”. Explica que ella fue liberada por las presiones nacionales e internacionales, pero que en el país “están confinados un sinnúmero de presos políticos”.

En la misma línea, Miriam argumenta que “el recrudecimiento de la violencia en contra de la resistencia popular es parte de la cátedra de seguridad dictada por el sátrapa colombiano Álvaro Uribe (ex presidente), asesor en represión”.

“La colombianización de Centroamérica es reafirmada por la Iniciativa Mérida (programa de cooperación contra el narcotráfico y el crimen organizado promovido por Estados Unidos con México y los países centroamericanos) y la militarización que sufrimos”, sentencia Miriam.

La activista señala que los garífunas de Honduras sufren actualmente una acelerada expulsión de los territorios que han habitado durante 214 años. “Los pueblos indígenas y negros de Honduras reafirmamos la defensa de nuestros territorios, el derecho a la autonomía, a la consulta y (demandamos) suspender de inmediato la construcción de las represas en el río Patuca: sentencia de muerte para el pueblo Tawahka y el país”, agrega.

Miriam termina haciendo un llamado “por una Honduras Libre, pluricultural, democrática, participativa, antimilitarista, antiracista y antipatriarcal”, al tiempo que demanda “Asamblea Nacional Constituyente YA”.

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