Pese a que el gobierno ecuatoriano tiene plazo hasta el 14 de octubre para presentar ante el Congreso un proyecto de ley de aguas, las propuestas del movimiento indígena al respecto han sido desoídas, cuando no tergiversadas, afirman desde la organización Ecuarunari, la Confederación Kichwa de Ecuador.

“La propuesta de Ley de Aguas que presentamos el 19 de Noviembre del 2008 en el sector del Cajas de Pichincha en presencia de los asambleístas de Alianza País y de más de 20.000 compañeros y compañeras prácticamente fue echada al tacho de basura y no tuvo el más mínimo análisis por parte de la actual Asamblea Nacional”, dice Ecuarunari.

Este lunes 28, en tanto, se llevaron adelante movilizaciones simultáneas de parte de comunidades indígenas en las provincias de Loja, Azuay, Pichincha, Cañar, Cotopaxi, Bolívar y otras, principalmente a través de la metodología del bloqueo a las vías de comunicación y transporte.

Estas movilizaciones recibieron dispersión y en algún caso muestras de represión por parte de los uniformados, pese a lo cual los manifestante se mantuvieron movilizados.

El problema

Las organizaciones cuestionan el anteproyecto del gobierno de Rafael Correa porque, sostienen, deja librada a la voluntad política del poder de turno la determinación de las autorizaciones para que los megaproyectos dispongan del agua. Señalan que en su otorgamiento priman las consideraciones de carácter económico y de mercado y fustigan el artículo 73 según el cual “…se otorgarán autorizaciones de aprovechamiento económico del agua para actividades mineras, de manera prioritaria para aquellos proyectos de interés nacional que contemple el Plan Nacional de Desarrollo”.

Para Soledad Vogliano esta redacción “demuestra la concepción mercantilista de este proyecto de ley que concibe al agua como mercancía”.

Vogliano, quien trabaja en el área de Recursos Naturales de Ecuarunari, dialogó con Radio Mundo Real sobre el conflicto que llevan adelante las comunidades hacia una ley de aguas que refleje su cosmovisión y derechos ancestrales.

“La disputa por el modelo de desarrollo aquí en Ecuador es la disputa por el agua”, resumió Soledad Vogliano desde Quito.

La organización indígena resume algunos datos para el espanto: hoy en día en Ecuador un 64 por ciento del caudal del agua se encuentra en manos privadas, y apenas el uno por ciento de los “beneficiarios” concentra el 63 por ciento de la tierra y 64 por ciento del caudal del agua para riego.

Tierra y agua, la Pacha Mama y su torrente sanguíneo, son un binomio indisociable en la lucha de las comunidades que al mismo tiempo reciben el apoyo de campesinos, asalariados rurales y poblaciones urbanas.

A pesar de que el movimiento indígena ha sido sumamente propositivo en el debate, dice Soledad Vogliano, desde los círculos gubernamentales no se han abierto las puertas a sus iniciativas.

La distribución inequitativa del agua se refleja en casos como el de la parte baja de la cuenca del río Guayas que posee 45 mil 742 litros por segundo, de los cuales el 76 por ciento del caudal va a solo 61 empresas con un promedio de 566 litros por segundo para cada hacienda.

En contraste, cerca de mil campesinos y agricultores propietarios de fincas captan apenas el 24 por ciento, con un caudal promedio de 11 litros por segundo por finca; y en cambio empresas que cultivan productos de exportación, principalmente flores, concentran el 76 por ciento de agua en sus tierras.

Patricio Zhingri, comunicador del movimiento indígena, nos relata cómo se desarrollaron las movilizaciones populares obturando vías de comunicación en varios puntos del país.

Foto: http://asambleanacional.gov.ec