El Tribunal Permanente de los Pueblos, instancia no vinculante llevada adelante por movimientos y organizaciones sociales de Europa, América Latina y el Caribe, sesionará el 14 y 15 de mayo en Madrid. Allí la Asociación de Usuarios de Agua de Saltillo presentará un caso contra la empresa de agua de esa localidad mexicana, capital del estado de Coahuila.

En el escrito presentado ante el Tribunal, los acusadores explican que Aguas de Saltillo sigue sobreexplotando los mismos pozos, que tienen cada vez menores niveles de agua. “Esto dará lugar, eventualmente, a problemas serios de abastecimiento”, advierten. Agregan que el uso abusivo de los pozos ha generado un deterioro de la calidad del agua.

La Asociación de Usuarios de Agua de Saltillo alega también que la compañía de capitales extranjeros ha cambiado menos del cinco por ciento de sus tuberías en los ocho años y medio que lleva de gestión, al tiempo que las pérdidas de agua por fugas son del orden de 40 por ciento. Los directivos de la empresa no han manifestado ningún interés en reparar las redes dañadas.

Según se explica en el caso presentado ante el Tribunal Permanente de los Pueblos, los más afectados por la mala gestión de Aguas de Saltillo son los usuarios domésticos de tipo “popular” o de “interés social” (92 por ciento del total). “La empresa ha actuado con total impunidad, protegida por su socio mayoritario, el Municipio de Saltillo (51 por ciento de las acciones)”, señala el escrito.

Aguas de Saltillo es acusada de violar la Constitución mexicana, varias leyes, reglamentos y normas federales y estatales de agua, salud, transparencia de información, protección al consumidor y al código municipal de Coahuila. Con respecto a la falta de transparencia, la compañía es señalada por reservarse información que debe ser pública y brindar en algunos casos datos falsos, incompletos o incongruentes.

Sin embargo, la firma se las ha arreglado para seguir generándose ganancias a pesar de su mala gestión. Lo ha hecho a través de varios aumentos de tarifas, cobros excesivos por conexión a los servicios de agua y alcantarillado, cobros irregulares a los usuarios por el cambio de tomas domiciliarios, entre otras formas. Además, corta sistemáticamente el agua a los usuarios que no pueden pagarla.

El caso de Aguas de Saltillo es sólo un ejemplo más de las desastrosas experiencias de privatización del agua en América Latina, que generalmente han quedado a cargo de empresas europeas. A mediados de 2001 el gobierno de Saltillo aprobó la venta del 49 por ciento de las acciones del sistema de agua a la transnacional Aguas de Barcelona. Así empezó la historia que hoy tiene como principales afectados a los habitantes de menores ingresos de Saltillo.

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