El juez que entiende en la causa liberó bajo control judicial a los cinco militantes en la capital francesa, París, a donde habían sido trasladados el lunes. Durante los días de detención hubo varias manifestaciones públicas (como por ejemplo en Bayona, País Vasco francés) de apoyo a los activistas y en reclamo por su libertad, solicitud a la que se sumaron incluso varios representantes políticos locales. Además, una petición online recogió más de 23 000 firmas en menos de cuatro días (http://artisansdelapaix.wesign.it/es).

Los militantes son: Txetx Etcheverry (cofundador de Bizi, de Alternatiba y de ANV-COP21), Michel Berhocoirigoin (cofundador y ex-presidente de Euskal Herriko Laborantza Ganbara, la Cámara de Agricultura Alternativa del País Vasco), Béatrice Haran–Molle (periodista), Michel Bergouignan (cooperador vitícola) y Stéphane Etchegaray (camarógrafo encargado de filmar la destrucción de armas). Fueron detenidos en la noche del viernes a través de un operativo conjunto de la policía francesa y española.

El sitio web de la petición internacional por la liberación inmediata de los activistas expresa que el objetivo de la acción fue “solucionar la falta de compromiso de los Estados francés y español en el proceso de desarme” de ETA, “necesario en el desarrollo del proceso de paz en el País Vasco”.

En ese mismo sentido se manifestó a Radio Mundo Real la activista Anaiz Aguirre de la organización Bizi, a la que pertenece Txetx Etcheverry, cuando la entrevistamos horas antes de que se supiera sobre la orden de liberación del juez. Bizi tiene su sede en Bayona, pero su trabajo por justicia ambiental y social se extiende a nivel nacional en Francia.

Txetx Etcheverry y Michel Berhocoirigoin, así como el presidente honorario de la Liga de Derechos Humanos francesa, Michel Tubiana, habían incluso redactado en octubre una carta que enviaron a la prensa, pero que no se conoció hasta el momento de la acción del viernes.

Una parte de la misiva señala: “Nosotros nos situamos como intermediarios entre una organización armada, con la que no tenemos ningún vínculo ni subordinación, y un Estado al que queremos invitar a reflexionar. (...) Hemos decidido hacernos cargo de nuestras responsabilidades con la convicción de que esto puede ser útil a la paz. Es por eso que hemos propuesto a la organización ETA transferir a la sociedad civil la responsabilidad política de la destrucción de su arsenal militar. Hemos elegido hacerlo de manera pública y comprometida”.

En la charla con Radio Mundo Real la activista Aguirre reforzó el carácter no violento de la acción, que buscó avances en el proceso de paz.

En ese sentido, la petición internacional difundida en la web que reclamó la “liberación inmediata” de “los artesanos de la paz”, exigió a los gobiernos español y francés un “compromiso efectivo con el proceso de paz y actuar sobre las recomendaciones vertidas en la Conferencia Internacional de la Paz de Aiete”.

Esa conferencia celebrada en el Palacio de Aiete en la ciudad de San Sebastián (País Vasco español), el 17 de octubre de 2011, en la que participaron varias personalidades internacionales del mundo de la política y referentes de procesos de paz, además de una amplia y plural representación de partidos políticos y agentes sociales, dio lugar a la Declaración de Aiete.

El documento supone una hoja de ruta para alcanzar una paz justa y verdadera. Apenas días después de su firma la ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada. Sin embargo, pasados cinco años los resultados no han sido los esperados y las organizaciones sociales vascas reclaman avances en el proceso de paz.

Escuche la entrevista con la activista Anaiz Aguirre: