El “doctor”, como le llaman también sus allegados, fue el médico de Berta, y estuvo reunido con las hijas de la dirigente lenca por temas de salud algunas semanas antes de que fuera asesinada. Conoce a la familia desde hace muchos años.

En la charla con Radio Mundo Real expresó su solidaridad también con la ex pareja de Berta, Salvador Zúñiga, el padre de las hijas y el hijo de la líder indígena, al que calificó como un “gran luchador por derechos humanos, un gran defensor de la vida”, que “corre mucho riesgo al igual que sus hijas”. “Son jóvenes extraordinarias que hablan con mucho corazón, con mucha firmeza, extraordinariamente inteligentes, sensibles, humanas. Definitivamente tenemos que sentirnos orgullosos de esa familia”, aseguró.

La entrevista al doctor fue realizada en el marco de la visita de Radio Mundo Real a Honduras para cubrir el “Encuentro Internacional de los Pueblos Berta Cáceres Vive”, del 13 al 15 de abril. Charlar con Almendares encanta, emociona. El activista habla desde la razón y la inteligencia, pero también desde lo más hondo de su corazón y sus creencias. Tiene una gran historia de lucha reconocida en Honduras.

Habló de su país con dolor. Lo calificó como un estado “militarmente ocupado” y dijo que siente un “profundo rechazo por la geopolítica militar de Estados Unidos”. Subrayó el golpe de Estado de 2009 y que se lucha por los derechos humanos “bajo el terror”, “con muchos compañeros y compañeras asesinadas”. “Todos nuestros cuadros tienen alto riesgo, algunos han salido del país, a algunos les han matado sus familiares”.

En la entrevista contó sobre el trabajo de base del Movimiento Madre Tierra con 25 comunidades de las zonas más pobres desde el punto de vista económico, y sobre el respaldo de Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) y Amigos de la Tierra Internacional, redes de las que Madre Tierra forma parte. En ese sentido agradeció toda la solidaridad internacional expresada hacia el pueblo hondureño ante el asesinato de Berta, y llamó a que sigan esas manifestaciones de apoyo.

La historia y experiencia del doctor como defensor de los derechos humanos es vastísima. No podría condensarse en esta nota. No pudimos evitar preguntarle si luego de tantos años de lucha y resistencia siente miedo. “Yo tengo miedo, históricamente tengo miedo, no quiero aparecer como muy valiente”, dijo entre sonrisas primero. “Pero generalmente casi nunca me ha gustado contar lo que me pasa, las historias que paso, porque aterroriza”, agregó.

No obstante, Almendares relató: “he sufrido amenazas, persecuciones, he estado condenado por escuadrones de la muerte, he sido torturado, tengo una serie de historias. Soy una persona controlada en toda mi vida. Todo lo que hablo se me escucha por todos lados”. “Desde luego que en ese proceso hay miedo. Pero hay miedo más que todo por la situación que nos pasa a todos y a todas en este país. Es una situación de terror. Se habla tanto de terrorismo, pero nosotros vivimos aterrorizados. Pero al mismo tiempo, he aprendido a vivir y a morir. Estamos luchando y somos incorruptibles, no estamos en venta como está en venta este país”, fustigó.

El coordinador del Movimiento Madre Tierra llamó además a la unidad de las organizaciones y movimientos sociales de Honduras.

A pesar de la cruda realidad de su país, el doctor consideró que “no tiene tiempo para estar triste” porque siente un “gran gozo espiritual de servir al pueblo y de luchar”. “Estamos abiertos para hablar con cualquier sector, para debatir y estudiar seriamente los problemas. No nos consideramos superiores ni inferiores a nadie en el mundo. Sí creo que de las cosas he aprendido mucho y quiero reconocer ese aprendizaje a todos los pueblos y sus luchas”, cerró.