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5 de septiembre de 2014 | | | |

Ya no puede ocultarse

Uruguay: comunidades afectadas por agrotóxicos muestran avances en organización; ¿la carga de la prueba compete al Estado o a los fumigados?

El pasado jueves 28 de agosto, media centena de habitantes de Pueblo Ituzaingó, en el departamento uruguayo de San José, recibieron a autoridades medioambientales, de servicios agrícolas y otras reparticiones del Estado, para evaluar las denuncias efectuadas por afectación de varias comunidades y centros hospitalarios allí instalados.

Los cultivos de soja transgénica en las inmediaciones de Ituzaingó, así como en cercanías de la ciudad capital departamental, San José de Mayo, han sido denunciadas por los habitantes tanto urbanos como peri urbanos y rurales, motivando inspecciones y amonestaciones contra empresas fumigadoras.

“El problema es real, existe, y demostración de eso es que estamos acá, escuchándolos, para tomar elementos que nos sirvan para mejorar lo que ya existe o proponer nuevas acciones”, dijo el director nacional de Medio Ambiente, Jorge Rucks, recogido por el matutino la diaria de Montevideo.

La respuesta de las demás autoridades fue dispar. Por ejemplo, el Director Nacional de Servicios Agrícolas, repartición encargada de controlar el uso de agrotóxicos en Uruguay, el ingeniero agrónomo Inocencio Bertoni, explicó los mecanismos existentes para denunciar y recogió reclamos sobre algunas de dichas denuncias que han culminado en un cajón.

Los pobladores, que viven a unos 30 kilómetros de distancia, no se conocían personalmente. Sin embargo, las problemáticas generadas por las fumigaciones con agrotóxicos resultaron muy similares. Entre los convocados se contaban varios trabajadores y trabajadoras de la salud, en especial en policlínicas locales y en dos centros hospitalarios públicos, que, con un millar de pacientes cada uno conforman junto a la Villa Ituzaingó un triángulo densamente poblado.

En otros casos, cuestionaron los pobladores, el denunciante es impelido a demostrar que efectivamente ha recibido daño por las fumigaciones, invirtiéndose la carga de la prueba a favor de los agricultores y sus empresas asociadas.

Por su parte la Directora de Recursos Naturales Renovables, también de la secretaría agrícola, Mariana Hill, sorprendió al señalar que desconocía cualquier tipo de evidencia científica sobre el perjuicio que generan los agrotóxicos relativas a enfermedades agudas. Y, nuevamente invirtiendo la carga de la prueba, solicitó a los afectados remitirle información.

A pesar de ello, los organizadores de la reunión valoraron positivamente la instancia, aunque miran de reojo el ya cercano inicio de las aplicaciones en las orillas de su poblado donde, afirman, se duerme aún con las puertas abiertas y todos se conocen.

El enfrentamiento al empresario sojero que cultivó el transgénico asociado a fuertes biocidas que se aplican a mansalva, se ha tornado causa común en la comunidad, respaldando con 250 firmas la denuncia hecha a inicios de este año por el “quemado” de varios árboles frutales pertenecientes a uno de los vecinos más añejos del lugar.

El caso de Patricia Sartori y los vecinos de Cañada Grande, que reflejara Radio Mundo Real días atrás también estuvo presente en la reunión. Tras la misma, un equipo inspectivo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca visitó el campo lindero a la vivienda de Patricia, constatando que los equipos fumigadores no contaban con registro oficial y la violación de la normativa en cuanto a la disposición de los envases de herbicidas y otros agrotóxicos.

El periódico la diaria, que al igual que Radio Mundo Real ha dado seguimiento a este caso, señala: “hubo coincidencia en que el gran ausente ayer fue el Ministerio de Salud Pública, ya que buena parte de las dudas y temores estaban vinculadas con la salud humana. Estaba presente la enfermera del centro de salud de la villa, pero en calidad de vecina, y dijo que ella misma había comprobado un aumento de casos de alergias en personas durante los meses de fumigaciones, y eso no podía ser casualidad”.

En video adjunto, Freddy Casas, docente de carpintería en la escuela técnica local, resumió para Radio Mundo Real el resultado del encuentro.

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