Radio Mundo Real

Cuando Barack Obama asumió la presidencia de Estados Unidos, muchos pensaron que, con él en la jefatura de Estado, terminarían los abusos a los derechos humanos que caracterizaron al gobierno del republicano George W. Bush. Pero los cambios no llegaron tan rápido como se esperaba, lo que provocó la denuncia de las organizaciones que defienden los derechos fundamentales en ese país.

Una de ella es Witness Against Torture, y se focaliza en la denuncia de las detenciones indefinidas de prisioneros en el marco de la llamada “guerra contra el terrorismo” que el gobierno estadounidense adoptó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y en exponer los casos de tortura, particularmente de los prisioneros que se encuentran en la base militar de Bahía de Guantánamo.

Luego de los primeros días del gobierno de Obama, pese a que algunas cosas han cambiado –como por ejemplo, la emisión de la orden ejecutiva presidencial que dice que Guantánamo debe ser clausurada- Witness Against Torture afirma que para los prisioneros que están recluidos en la base militar, “nada ha cambiado” en realidad.

Hoy en día, algunos de ellos se encuentran confinados en aislamiento y muchos realizan una huelga de hambre para protestar por su situación, y son alimentados por la fuerza.

Por ello, si bien desde Witness Against Torture consideraron un paso importante que se hubiera manifestado la intención de cerrar el centro de detención por parte del Ejecutivo estadounidense, estipularon que era “desafortunado” el que el presidente dijera que tomaría un año el clausurar la prisión.

“No vemos ninguna razón para que se tome otro año para hacerlo, dado que esos hombres han pasado allí los últimos siete”, afirmó Matthew, de Witness Against Torture, en entrevista con Radio Mundo Real.

“Sabemos además que sesenta hombres que están allí en este mismo momento, no son ‘combatientes enemigos’ según el gobierno (…) por lo que no existe razón para que no sean liberados inmediatamente”, agregó.

Witness Against Torture está conformado fundamentalmente por ciudadanos estadounidenses preocupados por el respeto a los derechos humanos, aunque trabajan conjuntamente con grupos como el Centro para los Derechos Constitucionales –que está integrado principalmente por abogados-, que ya ha presentado varias demandas para denunciar e interrumpir lo que sucede en Bahía de Guantánamo. Witness Against Torture no ha explorado el plano legal, ya que lo que pretende es realizar acciones de denuncia y actividades en las que se informe a la población sobre lo que sucede.

“La batalla se ha librado en la corte, y nosotros queremos que se dé en las calles también”, declaró Matthew a Radio Mundo Real.