Las imágenes de la tragedia muestran un caos de socorristas, bomberos y ambulancias, abocados en las tareas de rescate de las víctimas. "Ha sido terrible. Nunca había visto nada así", resumió a la agencia EFE Wambui Bilha, uno de los primeros bomberos en llegar al lugar.

Según fuentes policiales, el incendio se ocasionó cuando una fuga de combustible se filtró por el sistema de desagüe del distrito de Lunga Lunga, en la zona de Sinaí, situada en el sureste de la capital de Kenia. Mientras decenas de personas de ese barrio de bajos recursos trataban de recolectar el combustible que manaba por la fuga en una tubería del oleoducto, se produjo la explosión que calcinó a decenas y provocó daños materiales que aún no se han determinado.

La explosión fue tan devastadora, que arrancó de raíz los árboles de la zona y no dejó que los heridos pudieran apagar las llamas de sus cuerpos en un cauce de agua cercano.

"El gobierno no debería diseñar una tubería con combustible que atraviese un barrio pobre, porque la gente de aquí hará lo que sea por conseguirlo", señaló el diputado keniata Johnson Muthama, según recoge la agencia EFE.

El oleoducto accidentado era propiedad de la empresa estatal Kenya Pipeline Company (KPC), que no ha asumido ningún tipo de responsabilidad por la tragedia y señala que está a la espera de una investigación que determine cuál fue la causa de la explosión.

El gobierno, por su parte, declaró dos días de luto que comienzan este miércoles, expresando su apoyo a las víctimas y sus familias y ondeando la bandera patria a media asta en todo el país.

El Primer Ministro Raila Odinga, quien visitó la zona de la explosión, describió lo que había visto como “impactante y terrible”.

“Creo que este es uno de los peores desastres que han ocurrido en este país en el sector del petróleo”, afirmó, según recogió la agencia británica BBC.

Foto: Prensa Latina