Así lo advierte la organización ambientalista Amigos de la Tierra España, que exige al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que en estos momentos de crisis económica y desempleo apueste “decididamente” por modelos de agricultura y alimentación respetuosos con el medio ambiente, que generen puestos de trabajo y tejido social en el medio rural.

Según datos divulgados por los ambientalistas, el gobierno español habría invertido en 2008 unos 54,3 millones de euros en investigación en biotecnología agraria y alimentaria. Por su parte, se le otorgaron 0,9 millones a la investigación sobre agricultura ecológica.

España es el único país que permite el cultivo de maíz transgénico a gran escala en la Unión Europea, con una superficie plantada en 2008 de 79 269 hectáreas y un cuatro por ciento menos en 2009. Por su parte, la superficie con agricultura ecológica era de 1 317 751,88 hectáreas en 2008 y tuvo un aumento de un 21,6 por ciento luego de un año.

A su vez, en 2008 la biotecnología agraria en España generó 2000 empleos, considerando los trabajadores de la industria agrobiotecnológica y los agricultores que cultivan maíz transgénico. La agricultura ecológica dio lugar, por su parte, a 49 717 empleos. La diferencia es abismal, sin embargo el gobierno español decide destinar muchos más fondos a la investigación con transgénicos.

Además, España se distancia de países como Francia, Alemania, Grecia, Austria, Polonia, Hungría e Italia, que prohíben el cultivo del maíz transgénico por sus impactos ambientales, las incertidumbres que genera para la salud y la imposibilidad de proteger a la agricultura convencional o ecológica de la contaminación transgénica.