Unos quince asalariados se reunieron en la pequeña localidad de Puntas de Maciel, firmaron el acta constitutiva del gremio y resolvieron adherir a la Unión Nacional de Trabajadores Rurales y Afines (Unatra), integrante de la central obrera PIT-CNT.

Este proceso de organización comenzó hace ya algunos meses, y encontró varias piedras en su camino. El pasado 7 de julio, el peón de tambo floridense Ebelio González había sido despedido, junto a toda su familia, del establecimiento de Francisco Crosa, como consecuencia de su intención de conformar un sindicato para reclamar la aplicación de la ley de ocho horas para los rurales, que fue aprobada en diciembre por el parlamento uruguayo.

La injustificada represión fue denunciada ante la Justicia, el Ministerio de Trabajo y la prensa, y generó inmediatas muestras de solidaridad en el movimiento obrero. Finalmente, el viernes 21 de agosto un magistrado de Florida resolvió, en primera instancia, pedir el reintegro del trabajador, y emplazó a Crosa a pagar salarios pendientes de julio.

El dictamen judicial, que fue apelado por los abogados del empleador, resultó útil para despejar temores en los peones de la zona que, a pesar de seguir recibiendo amenazas, tomaron la determinación de consolidar una herramienta sindical para reclamar sus derechos.

En el marco de esta actividad fundacional, Radio Mundo Real conversó con María Flores, la esposa de Ebelio, que nos cuenta cómo se vive un proceso con estas características en un pequeño centro poblado del Uruguay rural.

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