Las familias nucleadas en la CTD se organizan "poniéndole el pecho a las situaciones cotidianas que se viven en los barrios respecto del hambre: abriendo cocinas comunitarias, panaderías, trabajando con compañeros docentes en la cuestión del apoyo escolar y la alfabetización para adultos", resaltó Rosalía en una charla que mantuvo con Radio Mundo Real. En la práctica de llevar adelante esas tareas de forma autogestionada la imposibilidad de acceder a la tierra se les presenta como "un problema cada vez más complicado".

Hace más de un mes que trescientas familias, algunas de ellas integrantes de la CTD, vienen sosteniendo la toma de un terreno que abarca algo más de dos hectáreas del barrio cordobés de Villa El Libertador. Desde entonces, el gobierno local investiga, detiene y procesa individualmente a algunos de los militantes más "visibles" de la organización.

Claudio Ávila, conocido como "Puchito" -un compañero del movimiento activo en la comisión organizadora de la toma-, estaba como encargado de la seguridad y las guardias nocturnas del predio. Fue "chupado" por la policía "en el momento que salía de la toma de tierras, a una cuadra, cuando iba a la casa de su mamá a buscar una herramienta, una escalera, para seguir laburando acá -recuerda Cáceres-, (...) fue chupado por la policía sabiendo a quien se llevaban".

Puchito no fue el único en ser criminalizado -sí el único que permanece detenido- en la toma: "Lo de la imputación mía, se da (...) en un marco donde ya llevamos un mes de lucha en la tierra, donde pese a las provocaciones de la policía no han podido lograr que se genere ningún problema como para tener una excusa y avanzar, por eso han apelado a la captura de ’Puchito’ y luego a la imputación".

A los miembros de la CTD que fueron recibidos en su momento por funcionarios del área de Desarrollo Social de la provincia -explica Cáceres-, se les dio a entender que estaban siendo investigados. "Eso no es freno para un militante popular", afirma. Tratan de "individualizar a compañeros que son referentes de la organización y ver si de esa forma se frena la lucha".

Nunca antes la CTD había tenido en cuenta en su plan de lucha "la tierra", a pesar de tener siempre "un compañero que la está pasando mal, con respecto a un desalojo o una situación de no tener a donde vivir". Ahora afirman sentirse mucho más cerca de las reivindicaciones de "los compañeros del Movimiento Campesino de Córdoba, del MoCaSE y de las organizaciones campesinas a nivel nacional que luchan por la tierra". Es un camino nuevo el que encaran, pero en el que -Rosalía asevera- están "dispuestos a seguir hasta el fin".

* Comunidades, movimientos sociales y activistas pueden comunicarse con nuestros corresponsales de base en Argentina Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik.