Pese a ello, la empresa minera de origen canadiense Iamgold obtuvo permisos de exploración y explotación de lo que ancestralmente se conoce son ricos yacimientos auríferos en esa región de páramo.

Este tipo de proyectos contradice la letra y el espíritu de la Constitución ecuatoriana aprobada en Montecristi, tres años atrás y que es considerada ejemplo del reconocimiento de derechos humanos e incluso de la Naturaleza.

La lucha por el agua ha sido enfrentado entre otras organizaciones por la Federación de Organizaciones Indígenas de la Provincia del Azuay (FOA) y la UNAGUA por lo cual sus principales referentes han sido judicializados bajo cargos de sabotaje y hasta de terrorismo.

En total, unas 19 personas fueron enjuiciadas en 2008 por conflictos con el agua. Y no son las únicas: en el cantón Nabón, por ejemplo, siete de estos luchadores fueron enjuiciados en 2006 por esa causa.

En realidad, los enjuiciados eran autoridades civiles de la parroquia de Cochapata, cuya comunidad en conjunto resolvió destruir las maquinarias de una empresa que decidió represar el agua desde sus nacientes para vendérsela a la comunidad. Una amnistía otorgada a estos siete luchadores por la Asamblea Constituyente en 2008 no ha sido reconocida por el aparato judicial del país andino.

Cuando Radio Mundo Real conoció a Inés Guartambel, indígena cañarí, se la notaba agitada aún por el robo que sufriera de su pequeño rebaño, esa misma madrugada. Es que su hijo, el abogado Carlos Pérez, presidente de FOA, ha liderado el proceso de lucha contra la privatización del agua y desde entonces se suceden las provocaciones.

Sin embargo, Doña Guartambel ya sabe de qué se trata la lucha. Sin prisa, nos guía hacia un pequeño arroyo y nos da cuenta de por qué en esta pelea les va la vida.

Foto: FIAN