El ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado, informó públicamente el 17 de marzo que GreyStar le había notificado que retiraba su solicitud de las licencias técnica y ambiental para la explotación de oro en Santurbán, en el proyecto a cielo abierto llamado Angostura. Al otro día la compañía aseguró que había sido malinterpretada y aclaró en un comunicado de prensa que no pretendía “retirarse” de su proyecto (que amenaza con contaminar el agua que toman más de dos millones de colombianos), sino estudiar “la viabilidad de opciones alternativas”.

El retiro de la solicitud de licencias fue “una jugada de la multinacional” para que “nosotros nos desmovilicemos y bajemos un poco la guardia”, asegura a Radio Mundo Real el activista Mauricio Mesa, de la Corporación Compromiso de Colombia, organización parte del Comité en Defensa del Páramo de Santurbán. Se trata de una “artimaña para meterse al páramo”, agrega.

La Corporación Compromiso trabaja en la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Son diversas las organizaciones ambientalistas, de derechos humanos, de mujeres, gremialistas, de comerciantes, profesionales, religiosas, estudiantiles, entre otras, que hacen parte del Comité en Defensa del Páramo de Santurbán, principal eje de resistencia a la minería en esa región.

La ley colombiana prohíbe todo tipo de explotación minera en los páramos. Sin embargo, 21 de los 34 páramos existentes en el país tienen concesionados títulos mineros. Es parte de lo que el gobierno nacional de Juan Manuel Santos llama la “locomotora minera”. “Nosotros hablamos de una ’aplanadora’ que quiere destruir los recursos estratégicos de este país”, dice Mesa. El activista explica que el desarrollo minero se ha transformado en una política pública del “gobierno continuista”, en referencia a la sintonía del mandato de Santos con el de su antecesor, Álvaro Uribe.

Según información del diario colombiano El Espectador, GreyStar ha manejado ahora la posibilidad de hacer una explotación subterránea en Santurbán, en lugar de su propuesta de minería a cielo abierto. Pero tuvo el rechazo del ministro Rodado, que ha reiterado que la minería en los páramos no está permitida en Colombia.

Mesa reconoce que Rodado ha sido enfático sobre el punto, pero aclara que es el Ministerio de Medio Ambiente el que debe pronunciarse al respecto. Ese ministerio”no ha sacado ninguna resolución en defensa de los páramos, de los recursos estratégicos y del agua”, se lamenta Mesa, que agrega que este punto preocupa mucho al Comité en Defensa del Páramo de Santurbán.

De hecho, El Espectador informó en marzo sobre posiciones contrapuestas de los ministerios de Minas y Medio Ambiente sobre el proyecto Angostura: mientras que la cartera que dirige Rodado rechazaba el proyecto, la de Medio Ambiente estaba a favor.

“Estamos muy alertas a cualquier operación o andamiaje que hagan en común acuerdo las multinacionales y el gobierno”, dice Mesa. Aclara que las organizaciones sociales que resisten el emprendimiento en Santurbán han estado trabajando con “mucho cuidado”, porque GreyStar ha conducido un proceso de desprestigio contra ellas para dejarlas mal paradas frente a las comunidades locales.

El Comité en Defensa del Páramo de Santurbán tiene proyectado movilizarse el 1º de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en defensa del agua y de los páramos. “Queremos que el gobierno de Santos no meta dentro del plan de desarrollo la locomotora minera, con multinacionales apropiándose del carbón, el oro, las esmeraldas, de todos los recursos naturales no renovables”, expresa Mesa. “Seguimos haciendo movilización, no bajamos la guardia, porque queremos no solamente lograr la defensa del páramo de Santurbán, sino la defensa de los 34 páramos que hay en Colombia”, asegura.