Seguramente debido a eso, Abarca fue secuestrado este lunes en la localidad chiapaneca de Chicomosuelo por personas armadas que iban en dos vehículos sin identificación policial. Varias redes internacionales han iniciado una campaña de denuncia contra esta detención arbitraria, bajo el entendido de que es una forma de criminalizar la protesta social.

Responsabilizan por la seguridad del detenido al gobernador del Estado de Chiapas, Juan Sabines, y al gobierno de Canadá, con sus trasnacionales. Puntualmente se refieren a la corporación Black Fire, que explota yacimientos de oro y antimonio, y que ha iniciado acciones judiciales contra el militante de la REMA.

Desde esta red anti-minera aseguran que el gobierno chiapaneco ha otorgado más de cincuenta licencias a empresas canadienses como Linear Gold, Fronteer Dev Group, New Gold y Radius Gold. A pesar de eso, tienen claro que la minería industrial no es un problema exclusivo de esta zona del sur de México, sino que se ha esparcido “como una catástrofica epidemia” por toda América Latina.

Ese fenómeno se está dando “de manera voraz y destructiva” como en épocas coloniales, y atentando contra los derechos humanos de las poblaciones que viven cerca de los proyectos.

“Las mineras canadienses son las más agresivas en términos de conflictos con las comunidades, y han protagonizado múltiples agresiones y enfrentamientos armados con las mismas en diferentes partes del continente”, puede leerse en el comunicado que la REMA está enviando a diferentes lugares para denunciar la situación de Abarca.

Hay más información sobre este caso y las acciones de protesta que se están promoviendo en:
http://www.otrosmundoschiapas.org/index.php/mineria/86-mineria/517-la-resistencia-somos-todos-chicomuselo-resiste-ante-mineras-en-la-sierra-madre-de-chiapas.html

Foto: http://www.otrosmundoschiapas.org