La marcha pretende demostrar el masivo rechazo popular a la audiencia pública que la minera está convocando para el próximo 15 de febrero, dado que los organizadores del evento temen que, al igual que sucedió anteriormente, la empresa no tome en consideración las opiniones de los pobladores y pretenda desarrollar la audiencia únicamente como forma de legitimar su explotación.

Prueba de ello es que la minera pretende llevar a cabo la audiencia en un sitio que sólo tiene capacidad para 400 personas, y que no cuenta con habilitación para que se implemente la actividad. Así lo explicó a la Coordinadora Nacional de Radio (CNR) de Perú Julio Gutiérrez, presidente del Frente de Lucha de Cocachacra.

Gutiérrez indicó que la minera pretendía justificar su funcionamiento presentando en la audiencia un estudio de impacto ambiental, en el que establece que su actividad no pondrá en peligro el suministro de agua de la región. Esto ha sido fuertemente cuestionado por los pobladores y por diversas organizaciones, que -como explicó el presidente del Frente de Lucha de Cocachacra- opinan que el uso de aguas subterráneas por parte de la minera supondrá "la muerte del Valle del Tambo".

En la consulta que se desarrolló en septiembre del año pasado, más del 90 por ciento de los pobladores se manifestaron contrarios al desarrollo del proyecto minero, lo que no fue tomado en cuenta por la empresa. Por ello, cansados de ser víctimas de las prácticas “arrogantes” de la minera, los vecinos planean movilizarse para impedir que se lleve adelante el “teatro de la consulta”, tal como expusieron los organizadores de la marcha.