Cansados de los abusos de la derecha política y la criminalización de sus luchas, los movimientos sociales mexicanos seguramente tendrán algo para decir en 2010. Así lo vaticinó el activista Gustavo Castro Soto, de Otros Mundos Chiapas, filial mexicana de Amigos de la Tierra, durante su intervención en la VI Semana de la Diversidad Biológica y Cultural, que se desarrolla en la comunidad guatemalteca de Yalambojoch.

Castro Soto habló sobre los préstamos millonarios que el gobierno de su país tramitó ante los organismos de crédito; la privatización de las compañías estatales de energía; el consiguiente ingreso al mercado de Unión FENOSA, Iberdrola, Endesa y General Electric y los recortes presupuestarios para la salud y la educación.

Afirmó que el denominado Plan México con Estados Unidos se presenta como una forma de combatir el narcotráfico, pero sin embargo su objetivo consiste en equipar mejor a la policía y el ejército para criminalizar y reprimir la protesta social.

Castro Soto recordó que el ex presidente mexicano Vicente Fox inició un proceso de entrega de concesiones mineras con consecuencias muy graves. Según dijo, en la actualidad el 10 por ciento del territorio mexicano está destinado a concesiones mineras, que benefician sobre todo a empresas canadienses dedicadas a la explotación aurífera.

Sólo en el Estado de Chiapas hay 97 permisos mineros, que cubren un área de 1 200 000 hectáreas, y ya se cultivó allí un millón de hectáreas de palma africana, para agrocombustibles. El representante de Otros Mundos Chiapas también se refiere a los planes de construcción de cinco presas hidroeléctricas en ese Estado, y a la resistencia a los proyectos de infraestructura que se está dando en todo México.

Foto: Indymedia Chiapas