Con este pacto, que fue suscrito hace 14 años, se pretende comenzar a transformar el Estado, para que no siga reproduciendo esquemas racistas que marginan a los pueblos originarios.

Un informe presentado en el marco de la movilización por la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina indicaba que “la deuda histórica con los pueblos indígenas hay que superarla, pero no dando en concesión sus tierras y territorios, sus recursos naturales o implementando programas asistencialistas”.

Los indígenas presentaron varias demandas para solucionar la marginación a la que están sometidos, presentando ante el Congreso una iniciativa legislativa que pretende garantizar el ejercicio de sus derechos.

Algunas de las medidas que las organizaciones que defienden a los pueblos originarios están proponiendo incluyen la implementación de proyectos productivos que beneficien a familias de pequeños productores, así como también impulsan el que se busque una solución a los conflictos referentes a la tierra.

La movilización con la que los indígenas respaldaron sus demandas fue acompañada por la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, quien declaró ante el Congreso que lo que buscaban los pueblos originarios era terminar con la violencia, la discriminación y el hambre a los que estaban sometidos.

“Hemos sido marginados de los fondos del Estado, queremos romper el silencio y exigimos a los diputados que se pronuncien en favor de las demandas”, señaló la dirigente originaria, según consignaron varias agencias de prensa.

Las propuestas de los indígenas fueron entregadas al presidente del Organismo Legislativo, Roberto Alejos, quien se comprometió a impulsarlas en el Congreso. Una comitiva de altos cargos del Ejecutivo también se mostró dispuesta a atender los reclamos de los pobladores originarios, y se formará una comisión integrada por indígenas y actores gubernamentales para monitorear que así sea.