Mientras las organizaciones levantan sus banderas de “Movilizar, resistir y transformar”, las corporaciones del agronegocio profundizan su arremetida para seguir controlando el campo salvadoreño.

El lobby empresarial que integran las trasnacionales del sector ejerce una fuerte presión sobre la clase política de El Salvador, con el propósito de modificar la legislación vigente que pone topes a la tenencia de tierras, según relató José Acosta, de la anfitriona Cesta - Amigos de la Tierra.

Las corporaciones del agronegocio promueven una nueva normativa, que legaliza la apropiación de tierras a través del arrendamiento de hasta 50 años.

En paralelo, se impulsan desde esferas gubernamentales los monocultivos, entre ellos el de caña de azúcar, para la producción de agrocombustibles, todo en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados unidos, que está teniendo un fuerte impacto negativo sobre la agricultura campesina.

En la entrevista con Radio Mundo Real para conversar sobre estos temas, Acosta también se refiere al papel de las mujeres campesinas en el desarrollo de la soberanía alimentaria y la economía solidaria, a la importancia de la lucha en los territorios y el fortalecimiento de las organizaciones populares.