La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional emitió un informe en el que analiza estas “medidas ambivalentes” del nuevo gobierno estadounidense, en el que, si bien se destaca la orden emitida por el presidente para cerrar la prisión de Bahía de Guantánamo y terminar con los métodos de tortura en los interrogatorios, se cuestiona al mandatario porque sólo fue liberado uno de los 240 prisioneros que permanecen en la prisión.

Irene Khan, secretaria general de Amnistía, declaró que si bien celebraban algunas de las medidas, “para llevar a cabo esos cierres y el suministro de información, el Gobierno estadounidense debe ir más lejos, terminando con todas las detenciones ilegales, presentando a la justicia a todos los presuntos autores de actos de tortura y de otras graves violaciones de los derechos humanos cometidos bajo el gobierno de George W. Bush, así como otorgando verdaderas reparaciones a las víctimas”.

El jueves, miembros de Amnistía Internacional, y de organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (American Civil Liberties Union), Witness Against Torture y Torture Abolition Survivors Support Coalition realizarán una manifestación cerca de la Casa Blanca, para demandar que el gobierno estadounidense investigue los casos de tortura ocurridos durante la administración Bush, dado que Obama ha realizado declaraciones frente a los abusos a los derechos humanos cometidos en los interrogatorios de sospechosos de terrorismo que dejan abierta la posibilidad para que los responsables no sean procesados.

Matthew Daloisio, integrante de Witness Against Torture, señaló que a pesar de las señales alentadoras que había dado Obama al comienzo de su presidencia “su gobierno ha sido una decepción en lo que refiere a los asuntos que atañen a los detenidos y a la tortura”.

“El presidente Obama se ha mostrado renuente a investigar los posibles crímenes que se cometieron en el pasado, y muchas de las políticas inmorales e ilegales del gobierno de Bush aún permanecen; desde la negativa al derecho de habeas corpus en la Base Aérea de Bagram, hasta la detención de hombres inocentes en Guantánamo. Necesitamos que se rindan cuentas, no que prevalezca la impunidad, y demandamos un cese a los abusos frente a los detenidos. Este presidente y muchos miembros del Congreso accedieron a sus cargos en parte porque prometieron repudiar el régimen de detención de Bush. Es tiempo de que cumplan su promesa”, sentenció el activista.