El carácter pacífico de la movilización que se diera en el marco del 3er Encuentro Internacional de Afectad@s por Represas y sus Aliad@s no le restó por ello firmeza: este proyecto de represa no cuenta con las autorizaciones formales necesarias y mucho menos con consentimiento de la comunidad. A ello se suma la visibilidad y repercusión que el foro internacional le otorga a este ejemplo de resistencia, que por cierto no es aislado en un México con centenares de estas presas construidas, muchas abandonadas y otras tantas aun en el papel. Un México que sólo en el Estado sureño de Chiapas contabilizó a fines de septiembre 27 muertos por inundaciones al desbordarse rios y presas.

Pese a todo

La delegación de pobladores locales y sus acompañantes internacionales debió caminar esquivando grandes remolques por los caminos internos de la obra que en este momento se encuentra en un preocupante estado de avance pese a las irregularidades que han sido denunciadas en especial ante organismos de DDHH del Estado mexicano de Jalisco.

Varios kilómetros por empinados caminos internos coreando la consigna “rios para la vida y no para la muerte” hasta llegar a ver el verdadero botín por el que va el proyecto de acopio de agua para las embotelladoras de Guanajuato: el Río Verde fluye entre paredes de piedra que cae a pique y a poco que uno lo ve comprende su apelativo.

Un agua sumamente verde, cantarina al pasar por algunos riscos. Agua que forma parte del diferencial que esta zona desde el punto de vista de la producción y fertilidad de las parcelas campesinas pero también de una calidad de vida que es encanto y maravilla de esta zona de Los Altos de Jalisco y atractivo para no pocos hombres y mujeres que se han afincado en el lugar.

Ninguno de los que participaron en la movilización pudieron eludir el magnetismo por un río hermoso y sinónimo de vida para muchas poblaciones en su cuenca. Como así tampoco la indignación por la apropiación del paisaje que este proyecto también implica y que privatiza en definitiva lo que antes supo ser un bien común, cuidado y preservado por las comunidades desde épocas inmemoriales.

Para colmo de absurdos, el Río Verde ya cuenta a muy pocos kuilómetros del lugar con una cortina de represa y un gran espejo de agua en la zona conocida como “El Salto”, absolutamente abandonada y que el gobierno estatal finalmente cedió a privados para “deportes náuticos”, informaba el integrante del Mapder durante la larga marcha, Esteban De Esesarte Francke, en una improvisada audiencia con el ingeniero a cargo de la obra.

Una realidad y una decisión

Lo cierto es que la comunidad llevaba prácticamente un año sin tener presencia en el lugar, luego de haber realizado un campamento de varias jornadas a la entrada de la misma. Quienes tenían elementos de comparación comentaron sorprendidos la velocidad de los avances, la profundidad de las excavaciones para el canal de desvío... aunque los responsables de la obra se negaron a brindar la información requerida “por no estar autorizados para ello” segun alegaron.

La primera reacción fue de congoja al verificarse el descaro de las autoridades y de la empresa contratista que no han respetado los pronunciamientos de la comunidad ni los recursos de amparo que por violación de derechos básicos deberían haber detenido la obra.

Sin embargo, al día siguiente y tras una evaluación de las condiciones, quedó claro que urgen acciones concretas para evitar la continuidad de las obras, que la decisión es potestad de los hijos ausentes y presentes de Temaca, que existen ejemplos concretos en México y el mundo que han resultado exitosos en su resistencia y, principalmente quedó claro que ¡no están solos y solas sino que los ojos de muchos están puestos en Temaca!

Y en ese contexto la “clausura simbólica” fue más que eso. Así lo reflexionó el Padre Gabriel y así se escuchó el acto de clausura de la represa El Zapotillo este lunes.

Entre los compromisos asumidos durante el Encuentro -organizado por Ríos Internacionales y la Redlar entre otras organizaciones- figura la realización de una jornada internacional de reclamo de cierre de El Zapotillo a través de acciones frente a las delegaciones diplomáticas mexicanas en todo el mundo.

Los delegados internacionales, fueran damnificados en sus propios países, activistas de la resistencia a futuros proyectos, organizaciones acompañantes y académicos especializados en la problemática de presas, pudieron en dicha recorrida verificar la justeza de la realización del encuentro en este pequeñísimo poblado de 400 pobladores permanentes pero con una vasta historia y riqueza cultural y humana.

El entorno del Río Verde, con diversidad abrumadora de producciones, ganaderas y agrícolas, si se lo piensa inundado para vender agua a una ciudad, contrasta rotundamente con las ideas de Tierra y Libertad que inspiraron la Revolución Mexicana que por estos días conmemora su centenario que a oidos de los habitantes que en todo México resisten las presas y en especial de Temaca, son prosa muerta.