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10 de marzo de 2014 | Crónicas | Agua | Colombie : Sommet National Agraire | Acaparamiento de tierras | Anti-neoliberalismo | Derechos humanos | Industrias extractivas | Justicia climática y energía | Luchadores sociales en riesgo | Soberanía Alimentaria
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A las puertas de esta Cumbre en Colombia, de la cual Radio Mundo Real y la convergencia de medios de los movimientos sociales realizarán una cobertura especial, repasamos algunos de los elementos centrales del contexto socio-político-ambiental de ese país.
En un convulsionado 2013, caracterizado por las negociaciones de paz con las insurgencias y la exacerbación del conflicto por el modelo minero – energético, Colombia afrontó el pasado agosto un Paro Nacional Agrario y Popular que culminó con la firma de una serie de acuerdos hasta hoy en su gran mayoría incumplidos por el gobierno de Juan Manuel Santos.
El Paro (foto) manifestó a la sociedad la realidad que sufre el sector agrícola de ese país por los incumplimientos históricos y sistemáticos de los gobiernos, que desembocaron en una extensa movilización y reivindicación plural y heterogénea de las organizaciones agro colombianas. La nueva cita para discutir la situación del campo y buscar soluciones de fondo tendrá lugar en la ciudad de Bogotá, entre los días 15 y 17 de marzo.
Uno de los temas centrales en disputa y de preocupación para las organizaciones agrarias y populares continúa siendo el de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Canadá y Estados Unidos, ratificados y en plena implementación. También, entre otros, los que se negocian con Israel y Costa Rica, dispositivos de política económica que han sido ofertados como una de las principales perspectivas de desarrollo del país. No obstante, lejos de posibilitar este paquete de TLCs un incremento de exportaciones de los productos nacionales, y consolidar mejoras a la golpeada población productora campesina, las importaciones a bajo precio han aumentado en un estimado superior al 40%, mientras que la exportación de bienes primarios agrícolas se redujo en el último año, afectando la sostenibilidad del sector agrario y la calidad de vida y permanencia del campesinado colombiano.
Las movilizaciones de agosto reclamaron también el análisis estructural de la política minero-energética que, según CENSAT Agua Viva -organización colombiana de la Federación Amigos de la Tierra Internacional- agudiza los conflictos socio-ambientales y territorializa al capital trasnacional, mientras desterritorializa a las comunidades tradicionalmente asentadas en lugares con importantes bienes naturales, agudizando las causas estructurales de la injusticia social y ambiental.
El gobierno Santos, en su esfuerzo por conceder al aparato corporativo trasnacional la explotación de minerales, permite la degradación ambiental y exacerba los conflictos territoriales, y, en consecuencia, estaría comulgando con la violación al derecho humano al agua –reconocido por las Naciones Unidas- y en conexidad al de Soberanía Alimentaria, sobre el cual también debaten organismos como la agencia de ONU para la Alimentación (FAO), elementos centrales del actual debate agrario en Colombia.
La connotación étnica que ha adquirido la Cumbre que arrancará el fin de semana, y que contará con cobertura especial desde Colombia de Radio Mundo Real, en el marco de la convergencia de comunicación popular de los movimientos sociales, evidencia otro aspecto de la actualidad en el país andino.
Las dificultades de acceso a la tierra por parte de los indígenas y los afrodescendientes, quienes apoyaron también el paro de agosto en distintas regiones, llevan a una disputa interétnica creciente en zonas de conflicto por el extractivismo y con presencia importante de grupos armados.
La participación de las etnias en esta cita popular perfila ingredientes adicionales en lo que desde los objetivos oficiales de la Cumbre se ha dado a llamar la búsqueda de unidad estratégica, esta vez ya no solo de los diversos grupos del sector agrario, sino también de otra multiplicidad de actores populares afectados por el modelo.
A dos meses de las elecciones presidenciales para el periodo 2014 - 2018, la Cumbre Nacional Agaria, Étnica, Campesina y Popular retrotrae debates respecto al modelo de desarrollo, que en su momento fueron sugeridos por las organizaciones sociales para su inclusión en los procesos de negociación de fin del conflicto que se están llevando a cabo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- en la cubana ciudad de La Habana. Al mismo tiempo, el encuentro en Bogotá encuadra la discusión necesaria que la sociedad organizada reclama frente al modelo minero – energético, y que se percibe ocupará un lugar central en un eventual proceso de negociación con el Ejército de Liberación Nacional -ELN.
Así, el fin de semana que se avecina se convierte en una fecha importante para las organizaciones, procesos y movimientos sociales de Colombia y para los del Sur de América. Las decisiones y encaminamientos que resulten de la Cumbre de Bogotá influirán en el rumbo de las próximas jornadas electorales a presidencia y éstas permearán a su vez el futuro de temas sustanciales como los referidos a la negociación de fin del conflicto y la política económica agraria y minero – energética, temas con influencia regional frente a nuevas configuraciones comerciales y geopolíticas.
Organizaciones y líderes protagonistas de la jornada de paro en 2013, que en los últimos meses han denunciado el incumplimiento de acuerdos o el estancamiento de los mismos, no descartan que en esta Cumbre y ante la crisis agraria se pudiese determinar una hora cero para un nuevo ejercicio democrático de protesta pacífica en los próximos meses.
Imagen: prensarural.org
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