Se teme que el derrame, que está intentando ser controlado por la Guardia Costera de Estados Unidos y por personal contratado por BP, continúe extendiéndose, por lo que ha despertado la alerta de los estados de Texas, Misisipi y Florida, además de Luisiana.

Por su parte, el presidente estadounidense Barack Obama indicó que colocaría en un sitio prioritario el lidiar con el desastre ocurrido en la plataforma petrolera.

El pozo en el cual se originó la explosión el pasado 20 de abril está situado a 1.525 metros bajo la superficie del mar, y tiene una fuga de mil barriles de petróleo por día. En las imágenes aéreas, podía verse una gruesa columna de humo negro que se desprendía del incendio, y que intentaba ser combatida por una serie de barcos bomberos que rodeaban la plataforma.

En el momento de la explosión, 126 trabajadores estaban realizando tareas en la plataforma: la mayoría de ellos pudieron ser evacuados sin inconvenientes, pero 15 sufrieron heridas -algunas de gravedad- y 11 permanecen desaparecidos hasta el día de hoy.

Según informó el medio estadounidense Democracy Now, Natalie Roshto -quien es la esposa de uno de los trabajadores desaparecidos- presentó una demanda contra BP, a la que acusa de haber actuado negligentemente en la administración de la plataforma.

Por otra parte, citando a la agencia gubernamental de Servicios de Administración Minera, el medio británico BBC informó que en los últimos diez años han ocurrido 858 incendios y explosiones en el Golfo de México.

Imagen: Roberto Rizzato