Radio Mundo Real, a través de su corresponsal Danilo Urrea, entrevistó en Colombia a Eduardo León, integrante de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, y quien ofició en el panel como delegado de esta colectividad.

León expresó la importancia de la realización de la Asamblea de la CLOC en Colombia, señalando al mismo tiempo el alineamiento total de la Cumbre Agraria con la consigna “contra el capitalismo, por la soberanía de los pueblos, América unida”. “En todos nuestros países hermanos se adelanta una ofensiva del modelo neoliberal a través del extractivismo y la agroindustria que reprimariza nuestras economías y violenta la naturaleza […] de tal manera que la paz es tal vez la bandera más importante de los pueblos de América Latina, pero la concebimos como la posibilidad de transformaciones profundas que contribuyan a superar el conflicto integral, histórico, estructural, social, económico, cultural y ambiental que padece nuestra América”, expresó León.

Luego de una nueva fase de incumplimientos del gobierno colombiano frente los acuerdos alcanzados con la Cumbre Agraria en 2016, y en momentos en que Colombia busca la implementación de los acuerdos de paz con la insurgencia de las FARC, y se sostienen conversaciones con el ELN, la Cumbre se ha planteado varias tareas, explicó a Radio Mundo Real el dirigente colombiano.

“Hemos insistido al gobierno que la Mesa Única Nacional es un escenario de participación en la perspectiva de ocupar un lugar importante en el espectro político de disputa por los contenidos y alcances de la paz. La Cumbre se ha planteado ser un actor importante desde el campo popular hacia la construcción de la unidad. Y hemos tomado la decisión de actuar desde nuestros gobiernos propios” aclaró León.

Frente a lo que se viene para los meses faltantes del 2017, León subrayó que “nos aprestamos a preparar las condiciones para generar una gran movilización ojalá para el primer trimestre del 2018”. “Además de los acostumbrado de salir a las carreteras y a las calles vamos a implementar nuestros mandatos, que puede incluir la expulsión de multinacionales o parar la explotación de nuestros patrimonios naturales; y convertir nuestros planes de vida en el horizonte de nuestras comunidades para reconstruir nuestros territorios y economías desde nuestras cosmovisiones históricas”.