La organización NAPE-Amigos de la Tierra Uganda, viene denunciando uno de los tantos problemas que afectan a las comunidades rurales en ese país: el acaparamiento de tierras. Según la organización, entre principales causas del mismo se encuentran: los monocultivos de palma aceitera en Kalangala, la extracción petrolífera en el Lago Alberto, y los monocultivos de árboles exóticos para el comercio de bonos de carbono cerca de Bukaleba y en la Reserva Forestal de Kikonda.

Otros de las amenazas del agronegocio actual en Uganda, viene de la mano de las empresas semilleras. NAPE está organizando diálogos públicos para denunciar el proyecto de Ley de Bioseguridad y Biotecnología que en caso de ser aprobada, “significaría otorgar amplios poderes a las empresas semilleras y quitar autonomía de los agricultores en la cadena de producción de alimentos”.

De esta manera, NAPE ha definido algunos ejes fundamentales en la defensa y fortalecimiento de la Soberanía Alimentaria. Uno de ellos, es la defesa de las semillas criollas amenazadas por el avance del agronegocio.

La organización trabaja apoyando el desarrollo de bancos de semillas en las localidades Butimba y Kigaga en el districto de Hoima, así como en Kakindo y Mvule en el districto de Bulisa.

El trabajo con mujeres rurales es otro de los puntos en los que la organización foca sus esfuerzos. Según afirman: “en la región petrolera de Uganda, al igual que en muchas zonas rurales del país, las mujeres son el principal sostén de sus hogares. Son las mujeres las que, en su mayoría, se encargan de la cosecha de alimentos, la obtención de agua y la recolección de leña, entre otras tareas”.

Además de denunciar que las mujeres deben enfrentarse a violencias al desplazarse ante la escasez de alimentos en sus comunidades, NAPE critica cómo el acaparamiento de tierras por parte de las compañías petroleras afecta a las mujeres principalmente: “Ha habido casos de comunidades afectadas por refinerías de petróleo, en los que los hombres han recibido compensación en dinero por la tierra en nombre de sus familias y huyen dejando a sus esposas e hijos desamparados. También existen casos en que un hombre de familia polígama opta por tener la compensación en dinero, y se traslada con una esposa abandonando a las demás y los niños”.

Así, uno de los proyectos de NAPE apunta a amplificar las voces de las mujeres, facilitando su participación en programas de radio, particularmente en la radio comunitaria Green “para hablar de sus derechos y movilizar a los miembros de la comunidad a sumarse a iniciativas que ayuden en la construcción de la Soberanía Alimentaria”

Los intercambios y experiencias de intercambio de experiencias han sido encabezados por mujeres y dirigidos a las mujeres. Según afirman desde la organización, a través de estas experiencias “se comparten muchos conocimientos y habilidades sobre el almacenamiento de alimentos y diferentes métodos agroecológicos”.

Como una forma de responder eficazmente a la crisis alimentaria relacionada con la explotación petrolífera, desde NAPE entiende la necesidad de “restablecer la centralidad de las mujeres en la conceptualización de la soberanía alimentaria entre las comunidades rurales”.

Por más información:
http://www.nape.or.ug/index.php/publications/sustainability-school/15-five-years-of-nape-sustainability-school-program-in-uganda/file

http://www.nape.or.ug/index.php/publications/gender/51-women-led-action-oriented-booklet/file