Dijo que la agricultura campesina es actualmente un tema neurálgico, una tierra silenciosa relacionada con la disputa del territorio, por un lado es la defensa llevada adelante por los agricultores campesinos y la otra una agricultura sin campesinos que es el agronegocio. Es una disputa permanente de territorio, no solo en Paraguay sino en toda la región donde las empresas multinacionales desplazan vertiginosamente a la agricultura campesina de una forma hegemónica. Invaden territorios y elimina la identidad campesina basada en la resistencia, expresó.

Manifiesta igualmente que el Paraguay vive una situación crítica, cada día disminuye la población campesina, tan solo el 40 % de la población total del país vive en el campo y este porcentaje va disminuyendo, entonces el agronegocio es un modelo de expulsión campesina de su legítimo territorio.

La función de las organizaciones campesinas ante esta realidad es la de resistir en su territorio desarrollando otro modelo de agricultura como lo es la agroecología, rescatando el modo y la vivencia de las comunidades indígenas y campesinas.

Muñoz puntualiza la necesidad en que el pequeño agricultor deseche de su práctica esa actividad al estilo del agronegocio en miniatura utilizando en su finca venenos, mecanizando la tierra y quemando. Resistir en la chacra es la propuesta con el rescate y fortalecimiento de las semillas nativas, la conservación de suelo y la planificación agrícola, indica.

El sistema capitalista tiene como mayor enemigo a la identidad campesina considerando que el campesino desarrolla su propio modelo económico, no entra en el consumismo porque no compra en excesos. El modelo capitalista impone una cultura con la finalidad de hacer desaparecer la comunidad campesina

Respecto a esta situación el agro ecólogo resalta imperiosa necesidad en que la gente del campo se organice, resista y se fortalezca para no depender de los insumos químicos ofrecido por las grandes empresas. La agroecología no depende de los factores externos sino del propio conocimiento campesino, enfatiza.

En el departamento de Concepción hay experiencias muy valiosas en el campo de la agroecología. El campesino que se dedica a la agroecología aumenta su producción económica considerando que en la chacra diversifica su producción, tiene para su consumo diario y le da rentabilidad. En cambio el que depende del monocultivo no tiene esa posibilidad porque depende de factores externos.

La agroecología abastece el mercado local, el agricultor expone sus productos en las ciudades y eso le da un ingreso económico sumamente importante a la familia campesina. El consumidor de a poco se concientiza de comprar alimentos sanos y saludables. Es una propuesta muy válida económicamente y es una cuestión ética incluso.

La agroecología es una propuesta económicamente válida, ética y socialmente justa, asegura Muñoz señalando finalmente que el desafío a las organizaciones campesinas es la de seguir luchando por la tierra, movilizándose de manera orgánica, la de fomentar la producción agrícola dando incentivos a la juventud, y conseguir mercado considerando que en nuestro país se carece de una política pública seria que priorice la agricultura campesina.