La hegemonía trasnacional sobre los recursos fitogenéticos significa un “retorno a la esclavitud” y por ello la conservación en las comunidades campesinas, de pequeños productores y productoras, así como indígenas, adquiere una relevancia estratégica, señaló Vicente quien integra la organización internacional Grain, así como la articulación latinoamericana Alianza por la Biodiversidad.

Más de veinte años de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina) han tenido como eje la defensa de las semillas en las comunidades campesinas e indígenas del continente, siendo un componente central al avance del capital trasnacional en el campo.

A ello se suma la articulación de diversas redes regionales e internacionales, como la Alianza para la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y Caribe.

A través de leyes impuestas hace medio siglo y las que intentan crear derechos de propiedad intelectual sobre las semillas, se pretende el control corporativo por parte del agronegocio de recursos y bienes comunes, indica el activista argentino responsable del portal informativo biodiversidadla.org

La Alianza Biodiversidad, además, edita la publicación trimestral Biodiversidad, sustento y culturas que ya lleva casi un centenar de números, representando una bitácora documental de los temas en discusión que hacen a la soberanía alimentaria, la defensa de las semillas y los territorios, así como los análisis respecto al accionar de las corporaciones trasnacionales vinculadas al agronegocio.

Carlos Vicente relató que su país, Argentina, ha visto recredecer durante el gobierno neoliberal del empresario Maurizio Macri la ofensiva legal para consagrar el control corpórativo sobre las semillas, aunque rescató que dicha regulación cuenta con una amplia oposición de organizaciones sociales y políticos nucleadas en la denominada “Multisectorial No a la Ley Monsanto de Semillas”.

Escucha la entrevista íntegra con Carlos Vicente de GRAIN en audio adjunto.