Esa represa se busca erigir sobre el río Gualcarque en el departamento de Intibucá, que los indígenas lencas consideran sagrado y que ha llevado a la fuertísima oposición desde hace años del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que la dirigente Berta Cáceres coordinaba hasta que fue asesinada el 2 de marzo.

“Honduras es el país más peligroso del mundo para ser defensor ambiental. Entre los años 2010 y 2014 hubo 101 muertes”, alerta el corto que no llega a dos minutos de duración, y que luego agrega que los inversionistas de Agua Zarca suspendieron el otorgamiento de fondos luego del asesinato de Berta y de uno de sus compañeros del COPINH, Nelson García, el 15 de marzo.

“La suspensión no es suficiente. Debemos evitar que se construya la represa Agua Zarca antes que se pierdan más vidas. Exijamos a los inversionistas el retiro de sus dineros del proyecto”, dice el video sobre el final. Entre esos financiadores se destacan el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial (Finnfund) y el Banco Holandés de Desarrollo (FMO).

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