“Hay gran unidad. Lo más importante es que ha existido coordinación con las organizaciones de derechos humanos, de los pueblos indígenas, negros, y también de los sectores campesinos e intelectuales. Creo que todo ese movimiento tiene una enorme fuerza”, dijo a Radio Mundo Real este lunes el doctor Juan Almendarez, del Movimiento Madre Tierra – Amigos de la Tierra Honduras.

Destacó además “el gran clamor mundial” de condena al asesinato de Berta y en solidaridad con el activista mexicano Gustavo Castro (testigo del asesinato y retenido por las autoridades de Honduras) y su familia.

Según lo que nos informó Almendarez, el miércoles habrá una gran movilización de la Coalición Nacional de Redes Ambientales (CONROA), que reúne a más de 30 organizaciones, y en la que también hay comunicadores sociales, algunos estudiantes y profesores, campesinos e indígenas.

Asimismo, el jueves y viernes habrán manifestaciones de otros sectores organizados, los indígenas garífunas, la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), entre otros.

No obstante, “todos estamos unidos y son diferentes manifestaciones de solidaridad y de clamor nacional por la justicia ambiental”, enfatizó nuevamente nuestro entrevistado, que aprovechó la charla con Radio Mundo Real para agradecer especialmente todo el respaldo de sus organizaciones hermanas agrupadas en Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) y Amigos de la Tierra Internacional.

Almendarez insistió en la condena por el asesinato de Berta, por la situación que le toca atravesar a su familia y la persecución que sufre el COPINH. No obstante, creyó necesario hacer una contextualización más general de la actualidad de su país. Destacó en ese sentido que en Honduras “prevalecen las violaciones a los derechos humanos y la persecución a los sectores indígenas, a los lencas, a la OFRANEH, a todos los sectores de la diversidad étnica del país”. Subrayó también “la gran persecución al sector campesino”, que ha sufrido “la guerra de operaciones psicológicas” y que tiene amenazados a “algunos dirigentes importantes del MUCA (Movimiento Unificado Campesino del Aguán)”.

El activista ambiental manifestó su preocupación por la vida de “todos los dirigentes sociales solidarios”, “en un país desde luego altamente militarizado, con bases militares, y donde en realidad no hay respeto a la justicia y los derechos humanos”. En particular llamó la atención por la vida de Salvador Zúñiga, también dirigente indígena y esposo de Berta por más de 20 años.

La presión y solidaridad internacional ante el asesinato de Berta y la retención en Honduras de Gustavo (coordinador de Otros Mundos Chiapas – Amigos de la Tierra México) han sido “fundamentales”, según Almendarez. Pero “hay que continuar, hay que seguir haciendo presión para las visitas de la cooperación internacional, de organismos de derechos humanos, de profesionales, de intelectuales, de juristas internacionales, (...) y también demandar mayor cooperación internacional en el marco de la justicia, de la ética y del respeto a los derechos humanos”. “La detención de Gustavo Castro, realmente, a mi juicio, como testigo, como víctima, lo convierte en realidad en un caso de tortura psicológica y de tratos crueles, inhumanos y degradantes”, fustigó el representante del Movimiento Madre Tierra.

El ambientalista contó que un hermano de Gustavo Castro y el abogado del activista están en Honduras realizando algunas actividades, entrevistándose con representantes de varios sectores de la sociedad y abiertos a un encuentro con el gobierno nacional.

Almendarez ratificó que no hay un informe oficial acerca de las investigaciones que se han desarrollado por el asesinato de Berta. Sin embargo, consideró que es “importante algún diálogo con las autoridades”. En esa línea, resaltó que está tratando de generar una instancia de conversación entre un grupo de personalidades del país y el gobierno, “para que se entregue el informe, se proceda a la libertad de Gustavo Castro, cese la persecución a los sectores indígenas y se haga la investigación de la empresa (DESA, a cargo del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, al que el COPINH resiste y que tuvo a Berta como abanderada de esa resistencia), porque el gobierno no ha dicho absolutamente nada”. Berta y el COPINH denunciaron varias veces que eran amenazados de muerte por representantes y sicarios de la compañía.

Al final de la entrevista Almendarez realizó un llamado a nivel internacional, y especialmente a “la unidad nacional”, “para la lucha por la justicia, la paz y los derechos humanos”.