Ken Saro-Wiwa, poeta, fue fundador del Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni, que se creó en 1990 para protestar contra la contaminación generada por las petroleras en sus territorios. El activista encabezó las protestas y fue el portavoz del Movimiento, por lo que fue perseguido y arrestado en varias ocasiones, hasta que el régimen militar lo condenó a morir en la horca bajo cargos falsos de asesinato y mediante un proceso legal que no le permitió defenderse.

Luego de varios años de esfuerzos legales, en junio de 2009 Shell fue forzada a pagar 15.5 millones de dólares a familiares de activistas asesinados por la Dictadura nigeriana en 1995, y que acusaban a la empresa de haber sido cómplice en las muertes.

Desde la cárcel, Ken Saro Wiwa había escrito un alegato de defensa, que fue silenciado por el régimen dictatorial. “Profundamente convencido de mi inocencia frente a los falsos cargos de los que se me acusa, hago un llamamiento al pueblo ogoni, a los pueblos del Delta del Níger y a las minorías oprimidas de Nigeria a que se levanten y luchen pacíficamente por sus derechos, Dios y la historia están de su lado”, decía parte del texto del luchador social nigeriano.