En el primer caso se trata del acuerdo denominado “Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión” (TTIP, por su sigla en inglés) y en el segundo es el “Acuerdo Económico y Comercial Global” (CETA, también por su sigla en inglés).

Asimismo, este sábado empiezan en varios países de Europa ocho días de acciones y movilizaciones contra los acuerdos comerciales y de inversiones de la UE que amenazan los derechos de los ciudadanos, la soberanía alimentaria, las fuentes de trabajo y el medio ambiente. Se espera que hasta el 17 de octubre cientos de miles de personas se unan a las protestas, justo antes de que el 19 de ese mes empiece una nueva ronda de negociaciones del TTIP en Miami, Estados Unidos.

Además del TTIP y del CETA, las movilizaciones y protestas centrarán también su rechazo en el Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés) y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por su sigla también en inglés), que acaba de ser firmado por numerosos estados. Así lo explicó a Radio Mundo Real la campañista en temas de Comercio de Amigos de la Tierra Europa, Natacha Cingotti.

La llamada “Iniciativa Ciudadana Europea” es un mecanismo previsto en la UE para que las poblaciones puedan presentar iniciativas pidiendo a la Comisión Europea que presente propuestas de legislación en los ámbitos de competencia del bloque.

Las iniciativas ciudadanas deben recibir el apoyo de, al menos, un millón de personas de siete de los 28 Estados miembros del bloque, y hay que alcanzar un número mínimo de firmantes en cada uno de esos países.

La Iniciativa Ciudadana Europea contra el TTIP y el CETA superó ampliamente lo estipulado reglamentariamente para que pase a ser considerada por los representantes políticos. También superó el número mínimo necesario de firmas por país.

Amigos de la Tierra Europa ha denunciado largamente la falta de transparencia respecto a las negociaciones del TTIP, sus implicancias contra las democracias europeas, la protección de las personas y el medio ambiente, y contra la agricultura de pequeña escala. Argumenta que el TTIP satisface las demandas y necesidades de las grandes corporaciones transnacionales, en detrimento de las posibilidades de construir sociedades sustentables.

En la entrevista con Radio Mundo Real, Cingotti dijo que tanto en Estados Unidos como en la UE hay una agenda que busca debilitar las leyes que protegen el medio ambiente y a los ciudadanos, así como las posibilidades de los representantes políticos de implementar leyes en ese sentido en el futuro. Será mucho más difícil proteger el medio ambiente y a los ciudadanos si el TTIP es firmado, consideró.

La activista de Amigos de la Tierra Europa también destacó los aspectos de las negociaciones relacionados a los mecanismos de resolución de disputas entre inversores y Estados, que buscan proteger a los inversores extranjeros, según señaló. Sobre el final de la entrevista Cingotti se refirió además al TPP y su lenguaje “muy peligroso”, que también otorga derechos especiales a los inversores.