Organizada por la Fundación Heirinch Böll, Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe, la Marcha Mundial de las Mujeres, Vía Campesina Brasil, el Grupo Carta de Belém, Jubileo Sur Américas, ATTAC Francia, el Transnational Institute y la Confederación Sindical de las Américas, la actividad pretendió evidenciar también cómo los mecanismos de financierización de la naturaleza ya se están introduciendo en los territorios, para lo cual estuvieron presentes representantes de comunidades indígenas de Brasil (de los pueblos Jaminawá y Apolima-Arara) y de Ecuador (del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku).

La integrante del grupo Carta de Belém, Maureen Santos fue la encargada hacer la introducción a la actividad. Diferente a como son presentados en las instancias de negociaciones oficiales, la lógica de la financierización de la naturaleza, no se trata de una respuesta a la crisis climática, sino que se trata de una propuesta realizada “desde y para el capitalismo”.

Maureen destacó la necesidad de “entender a partir de una narrativa del capital natural este nuevo proceso de acumulación del capital, que está pasando ahora por un nuevo momento a través de esta financierización de la naturaleza, y de todo lo que estamos llamando también de la mercantilización de los bienes comunes, que son intangibles".

Las modificaciones para dar lugar al avance de estos procesos, pasan por distintos ámbitos. Maureen reseño algunos de estos cambios: “Hay un proceso de homogeinización de las economías nacionales; el carbono se va transformando en una nueva variable macroeconómica; existen cambios de arreglos institucionales políticos y reordenamientos normativos, como lo que significó la aprobación del nuevo Código Forestal en Brasil: un instrumento de flexibilización de las leyes ambientales del país”, ejemplificó la integrante del Grupo Carta de Belém.

Escuche la intervención de Maureen en el archivo adjunto.